Dani La Chepi vivió un 2022 para el olvido, pero eso no la hace bajar los brazos. Su historia de resiliencia la fortalece ante la adversidad. Se separó de Javier Cordone, atravesó la muerte de su padre y ella debió visitar a su médico varias veces. Entre ellas, una operación por cálculos en los riñones y otra, una biopsia mamaria porque le habían detectado microcalcificaciones.
De todo esto habló y lo sigue haciendo de manera pública. La influencer tiene un gran ida y vuelta con sus seguidores y les cuenta cada detalle. Las ganadas, pero también las perdidas. Recibe varios mensajes a diario y esto la invitó a una dura reflexión en la que decidió, una vez más, soltar la más cruda verdad.
“‘Ojalá yo llegue a los 43 con ese lomo’” (mensajes de adolescentes que me siguen). Otros: ‘que asco de flaca’”, comenzó con las frases que más recibe y comentó: “Este “lomo” sufre de ansiedad y le cuesta alimentarse bien, por eso tengo ciertos inconvenientes”.
Luego, ejemplificó: “Estamos acostumbrados/as a entrar a las redes sociales y ver cuerpos que parecen perfectos, mujeres que dicen ‘aceptate como sos’ y no paran de usar filtros, casas que funcionan bien, personas tomando decisiones correctas, ‘padres presentes’ o familias perfectas que parecen no tener problemas… Y vos del otro lado: ¡Qué suerte tienen! ¿Cómo hacen para ser tan felices? No todo lo que ves es real. Las redes sociales a veces te frustran, te hacen sentir que vos solo/a la pifias, sufrís o tenés problemas”.
“Este año lo empecé como el oj***. Tomé malas decisiones. Comparto las que elijo compartir (porque algunas involucran a personas que elijo preservar). Por ejemplo: Tengo infectado el pezón de mi teta operada. En vez de ir al mastólogo enseguida, sólo lo llamé cuando mi ginecóloga me dijo: ‘Si continúa andá a verlo’. En vez de ir a un podólogo cuando sentí dolor en las uñas, agarré el alicate, cuando mi dermatólogo me dijo: ‘No te toques, andá a que te lo haga un profesional’. Ahora tengo las uñas que me hacen hablar 6 idiomas cuando me las toco. (El viernes tengo podólogo y me tendrán que anestesiar porque hice cagadas). Delegué el arreglo de mi casa y confié demasiado. Ya tuve que hacer el techo, ahora toca romper pisos”, se descargó La Chepi.
En otro párrafo, para cerrar, dijo: “Volví a fumar. Pero no todo es color gris, empecé el año grabando dos series increíbles. También estamos viendo qué lugar elegir para volver con nuestro show Solo Vos. ¿Aprendí algo? Si, muchas cosas. Una: no se dejen estar con tema salud. Recordarles que como dice Gabriel Cartana: ‘La vida es una de cal y una de arena’. La terapia siempre ayuda a estar mejor. La que elijas. Si alguien te hace ruido, dale bola a ese ruido. Y lo más importante…date tiempo para llorar. Las mujeres lloran y facturan como pueden y quieren hacerlo. Las mamás colapsamos. Y está bien que pase. Sigo eligiendo ver el vaso medio lleno. Sigo sonriendo porque sé que todo va a estar bien. Gracias por leerme”.