En un verano porteño, Miriam Lanzoni eligió quedarse haciendo temporada de teatro en Buenos Aires. La actriz protagoniza la obra El enganche junto a Arnaldo André y con dirección de Osvaldo Laport. en el recientemente inaugurado Teatro Broadway. En diálogo con Pronto, Lanzoni contó cómo le llegó la propuesta. "Fue en diciembre. Me habían ofrecido otras cosas para Mar del Plata y Carlos Paz pero como estaba filmando una película, no llegaba con los ensayos porque todo estrenaba antes de fin de año. Entonces me llegó este texto y apenas lo leí, me encantó", confió.
"Lo leí de madrugada y le dije a mi representante que quería hacerlo porque me fascinaba la historia. Me puse a conversar con el productor Giuliano Bacchi y retrasaron el estreno hasta que terminara con la filmación. El texto es fabuloso y te da la posibilidad de transitar por tantos sitios como actores. Es una montaña rusa de sensaciones y te deja atravesar por la risa, el patetismo, el amor, el humor, la ternura, el romanticismo, la miseria de los personajes. Es un elixir este texto", agregó.
Entusiasmada con el proyecto teatral, la actriz sostuvo: "Cuando me dijeron que iba a actuar con Arnaldo André y dirigidos por Osvaldo Laport, me cerró por todos lados. Son dos grandes, dos emblemas de nuestra escena nacional. ¿Qué te puedo decir de ellos que la gente no sepa? Son dos genios".
-¿Cómo es Laport como director?
-Lo más. Si vieras cómo nos abraza y nos lleva. Nos conduce y nos guía desde el actor que es pero con una dirección fabulosa. Es una gran responsabilidad, además, ser los elegidos para la reapertura del teatro Broadway. Es más que un halago y siento que es producto de lo que uno siembra año tras año. Siento que es un gran mimo al alma.
-No dudaste en hacer temporada en Buenos Aires.
-Tal cual. Elegí quedarme acá por todo lo que te comentaba. ¿Cómo resistirme a esto? Me iba a tomar unos días de vacaciones después de filmar y no tenía sentido porque era imposible decirle que no a El enganche.
-¿Qué tal es compartir las tablas con Arnaldo André?
-De él no tengo nada que agregar que la gente no sepa. Es un artista enorme, está en el corazón y la memoria de todos. No necesito contar eso pero sí decirte que arriba del escenario es un gran compañero, es un placer compartir el trabajo con él. Entra en este código sagrado que es actuar y es precioso poder disfrutarnos. La obra tiene un nivel de intimidad enorme que sería imposible hacer si no existiera esta conexión entre nosotros. El me brinda una entrega absoluta y es un viaje precioso. Es un ser extraordinario y eso nos potencia. Me siento halagada y elegida.
-¿Qué tenés en común con tu personaje?
-¡Tantas cosas con Carmen! Esta cantidad de matices que tiene Carmen también los tengo yo: es a la vez fuerte y frágil. Es tierna, tiene humor y a la vez es uy vulnerable. Soy un poco todo eso. Después, de acuerdo a lo que te toca atravesar, te vas corriendo para protegerte. He pasado por situaciones que me dieron la posibilidad de atravesar lugares muy distintos y está buenísimo porque eso me da herramientas.
-¿Por qué te cambiaste el look?
-Fue para una película que ya terminé de filmar en Chaco, que se llama Saldar la deuda. El director de la peli me propuso cortarme el pelo y tuve que aumentar 12 kilos. Me rapé, primero fui morocha y ahora para la obra ya estoy volviendo a mi peso por una cuestión de salud. El pelo fue una propuesta de Osvaldo, me dijo que le gustaba ir por ahí y el cambio me lo hizo Miguel Angel de MB salón. Tengo un look precioso, cortito y platinado. Estoy chocha porque Carmen merecía este cortecito.