La semana pasada, Graciela Alfano se animó a contar en público por primera vez el giro abrupto que dio su vida a fines del año pasado. En un control de rutina le encontraron dos tumores, perdió un riñón y tuvo que ser operada de las tiroides. "Para mí fue un bombazo pero después un aprendizaje porque le perdés el miedo a la muerte, entendés que en algún momento va a pasar y lográs un equilibrio", aseguró.
Pero lo que más la movilizó, fue el hecho de tener que hablar con Nicolás, Gonzalo y Francisco, sus hijos. "Ellos estaban mal, preocupados y agotados también... con esa cara de dolor. Porque yo estaba pasando por una situación de cáncer pero ellos tenían a su mamá ahí. Pensaba en contenerlos a ellos y no al revés porque ante todo, soy madre", contó en LAM.
La diva explicó que como tiene muy buenos amigos, sabía que podría buscar refugio en ellos y liberar a sus hijos de esa responsabilidad. "Lo que sí, les dejé en claro un día que estaban todos reunidos, que si bien yo me estaba recuperando muy bien, era un ensayo de algo que iba a suceder en algún momento. Yo me voy a morir, como todos. Y me quiero ir antes que ellos, no hay nada peor para un padre que sobrevivir a un hijo".
"En ese momento, lo dije con un tono de humor negro, que yo suelo tener, y se rieron. Es una muestra de que se puede transitar este tipo de cosas de otra manera. No podemos cambiar lo que pasa pero sí podemos decidir cómo transitar eso que nos pasa", cerró.