En la víspera de la llegada de los Reyes Magos, en Ariel en su salsa hicieron un programa especial con zapatitos en el arbolito de Navidad y tanto Ariel Rodríguez Palacios como Mica Viciconte y Nico Peralta recordaron los regalos que recibieron de chicos cuando pasaron los Reyes Magos por sus casas.
Mica y Nico mostraron incluso fotos de sus infancias en Mar del Plata y Ascensión, las ciudades de las que son oriundos los panelistas del exitoso ciclo de cocina de Telefe, pero Ariel sorprendió al relatar un hecho que aconteció en su niñez y que lo traumó para siempre.
Mientras Peralta contaba que de chico los Reyes Magos le dejaban de regalo juegos de mesa y muñequitos articulados, Viciconte relató que en su caso recibía raquetas, pelotas y todo lo relacionado al mundo de lo deporte. "En mi caso, una vez me trajeron un cohete de juguete pero no volaba, era tranquilo", comentó Ariel.
Y el periodista de espectáculos trajo a la mesa un tema que aun hoy a Rodríguez Palacios le cuesta digerir: un payaso que tuvo en su infancia y al que el cocinero le tenía terror. "¿El payaso que traumó tu infancia también llegó para Reyes?", quiso saber Nico.
"No quiero recordarlo porque me hace mal. El payaso maldito no sé si no habrá venido con los Reyes o en un cumpleaños. Prefiero ni recordarlo. ¿Sabe lo que fue dormir en la infancia con ese payaso mirándome fijo a la noche y pensando que camina y te agarra o te respira de cerca? Quedé muy traumado", expresó al aire en Telefe el reconocido chef.
"Les voy a contar una cosa que no sabe nadie: dormía en un cuarto con mi hermano en una camita al lado de la otra y con una mesita de luz al medio. Al lado de la puerta de la habitación había una escalera que iba a un piso de abajo. Si estaba la puerta abierta, yo veía directo la escalera", contó Ariel ante la atenta escucha de Mica y Nico.
Y siguió: "Tenía terror. Me levantaba a la noche y me quedaba asustado en la puerta del cuarto de mis viejos pero no quería moverme porque encima estaba el payaso y sentía que me miraba. Un día y esto lo juro, sentí que alguien me tiraba de las patas, que estaban para adelante apuntando a la puerta que daba a la escalera".
Todavía con la piel erizada por el traumático recuerdo de su infancia, Rodríguez Palacios comentó: "Sentí que alguien me tiraba de las patas, miré al payaso a ver si se había enloquecido. Al día de hoy todavía no sé lo que fue. Creo que me metí en la cama de mi hermano esa noche y sentí mucho miedo. Habrá sido una pesadilla pero nunca supe qué fue lo que pasó".
"La escalera de noche es fantasmagórica y siempre recomiendo que no les pongan a los chicos una cama que dé directo a una escalera. Es lo mejor si quieren que duerman bien y no se traumen. Lo cuento y todavía se me eriza la piel", cerró Ariel.