La propuesta para hacer teatro en verano le llegó con los primeros soles de diciembre y como le gustó tanto la obra, aceptó sin dudarlo. Profesional como pocos, Arnaldo André (79) estudió la letra en pocos días, se puso a ensayar a full con Miriam Lanzoni, su compañera de elenco y se entregaron a las directivas de Osvaldo Laport, el director de la comedia.
“Estamos haciendo El enganche en el Teatro Broadway de viernes a domingos y los días martes, miércoles y jueves iremos de gira por la costa para tomar un poco de fresco. Es una comedia hermosa del director Julio Mauricio y me acompaña Miriam Lanzoni, que es la única actriz sobre las tablas. La dirección de lujo es de mi querido amigo Osvaldo Laport y estamos muy contentos y con expectativas. Debutamos el 7 de enero: es la fecha que nos propuso Giuliano Bacchi, nuestro productor así que la armamos contrarreloj”, confió el actor a Pronto.
-¿De qué va la comedia?
-Es una comedia que fue escrita y estrenada en 1982, con modismos referenciales a los 80 que respetamos. Mi personaje es un hombre que sale a la calle a buscar una prostituta, entonces se levanta a una, que es Miriam, y la lleva a un hotel. Toda la acción transcurre en la habitación del hotel alojamiento y ahí se produce el enganche. Es una comedia graciosa y con mucha ternura porque el personaje de Miriam es hermoso y no es una mujer de la calle muy experimentada y que va adelante como sea. Al final te va a provocar ternura.
-Se te nota entusiasmado.
-Es que lo estoy. El autor, Julio Mauricio, es quien escribió también la película La valija y muchas obras de teatro. Es un autor que teníamos olvidado y gracias a mi relación con Luis Brandoni, me la recomendó, la leí y dije: “Esta es la obra que quiero hacer”. Me llamó el productor Giuliano Bacchi y decidimos que era la obra.
-¿Cuándo fue la charla con Brandoni?
-Hace dos meses; esto es todo muy fresquito. Lo llamé y él me la recomendó. ¿Cómo se sumó Laport en la dirección? Fue así: cuando lo dirigí a Osvaldo en Plaza Suite para Mar del Plata, veía en él interés y ganas de mejorar las indicaciones que yo marcaba en escena. Me la facilitaba y previamente había visto dos obras de teatro dirigidas por él. Lo propuse, lo llamamos y le encantó.
-¿Sentís nervios en la previa del estreno?
-Sí, los nervios están. Una vez María Leal me dijo que yo no me ponía ansioso previo a los estrenos porque tenía un chino adentro. Sé que me pongo nervioso pero no tanto. Me siento muy seguro trabajando, haciendo lo mío y por eso amo tanto el teatro. El tiempo que se le dedica a la creación de un personaje para teatro es más generoso a lo que sucede en la televisión, por ejemplo. En tele lo tenés que hacer hoy: salir de una, aprenderte la letra y grabar hoy como sea, a como dé lugar. Mi escuela con Migré fue espectacular y gracias a Dios la memoria me ayuda.
-La obra transcurre en un hotel. ¿Hay situación de cama o de desnudos?
-¡No te lo puedo decir porque las sábanas no están limpias todavía! Eso todo lo van a ver ustedes cuando vengan al teatro. A Miriam no la conocía personalmente, me habían hablado muy bien de ella y es una gran oportunidad para que se muestre como comediante.
-¿Mirás televisión? ¿Gran hermano, por ejemplo?
-Miro tele pero no Gran Hermano. Nunca lo he visto, ni el primero, el segundo, ¡no sé cuántos son ya! No me engancho con el reality. ¿Qué miro? Me encanta el programa de Guido Kaczka porque con Los 8 escalones del millón uno aprende y juega. Nunca he visto los programas de Tinelli pero debo reconocer que hay mucho talento y cantantes que van al ciclo y que me encantan. Luego me voy a la habitación, pongo Netflix y me duermo. La última serie que vi fue The Crown. Ahora quiero ver la serie documental de Meghan y Harry que me dijeron que es bastante buena.
-Hace poco falleció Haydeé Padilla, con quien trabajaste.
-Sí, hicimos juntos un programa en Canal 7 que duró 13 capítulos y se llamaba De gira. Yo protagonizaba una obra de teatro cada semana y nos íbamos por la provincia de Buenos Aires a actuar. En una ocasión, ella fue mi compañera y me dolió su muerte. Era un esfuerzo enorme para todos nosotros hacer ese programa y más aun para los que llegaban por primera vez.
-¿Cómo la recordás?
-Con ternura porque recuerdo que bajaba a desayunar en el hotel y la veía a Haydeé en un rincón estudiando con el apuntador, muy exigente y responsable. No he tenido muchas más oportunidades de trabajar con ella y lamenté, de todos modos, su partida. Recuerdo que tuvo un papel en Piel naranja, donde hizo de una de las modistas pero fue hace tanto.
-¿Con quién pasaste las fiestas?
-No me gusta salir, menos de noche y celebrar a lo grande esas fechas así que las pasé en casa. Antes, cuando vivía mi madre, íbamos a su casa y ahora las pasé en mi casa con una de mis hermanas y algunos amigos. Tranquilo. Generalmente, le doy importancia espiritual y sé de qué se trata porque muchas veces uno abre botellas de sidra o champagne sin que importe nada.
-¿En Paraguay quién te quedó?
-Tengo primos y una cantidad de amigas enorme, a las que quiero mucho. No son de toda la vida sino de los últimos diez años y las quiero mucho. Cuando voy, paro en la casa de una de mis amigas y me veo con mi gente. Armamos planes y la pasamos bien. Trato de ir dos o tres veces al año; necesito hacerlo.
-¿Qué te pasa cuando pisás tu país?
-Me siento muy a gusto porque necesito sentir esos olores, ver ese verde inmenso, comer esas cosas ricas con las que uno está acostumbrado a alimentarse. Pero con cuatro o cinco días me basta para cargarme de energía. Recupero un poco de mi historia e incluso voy a San Bernardino, mi pueblo y visito a la Virgen de Caacupé.
-¿Sos devoto?
-Sí, todos los paraguayos somos devotos de la Virgen de Caacupé, que es como la Virgen de Luján de acá y se hacen peregrinaciones y demás. Allá le dan mucha más importancia y ese día es feriado total: la gente viaja hasta Asunción y va a Caacupé ya sea peregrinando, en auto o en ómnibus. Se llena y es imposible estar mucho tiempo porque la gente necesita llevar sus promesas y saludar a la Virgen.
Por Nicolás Peralta
Fotos: Gentileza Arnaldo André
La entrevista completa con Arnaldo André y muchas más están en la edición digital de enero de revista Pronto, que se puede descargar y leer de manera gratuita haciendo click en este enlace