Corría el año 1997 cuando estalló en el mundo la noticia del fallecimiento de Lady Di, la princesa de Gales. Luego de un terrible accidente de tránsito, fue trasladada al hospital en donde una herida interna terminaría con su vida. 20 años más tarde del accidente, Xavier Gourmelon, bombero a cargo del rescate, contó detalles de lo que pasó esa noche y reveló cuáles fueron sus últimas palabras.
"El auto estaba hecho un desastre y los rescatamos como cualquier accidente de carretera. Nos pusimos manos a la obra para ver quién necesitaba ayuda y quién estaba vivo", comenzó relatando. Es que el oficial hacía su trabajo sin saber quién estaba dentro de la limusina: "Para mí era uno de los tantos accidentes que atendíamos como servicio de emergencia, con las causas habituales: velocidad y un conductor ebrio”.
"Cuando llegué al auto, pude ver que el conductor ya estaba muerto y no había nada que se pudiera hacer por él", reveló sobre la primera impresión. Sin embargo, al pasar a la parte de atrás, se topó con el guardaespaldas de Lady Di, quien estaba preocupado por la salud de la princesa.
Trevor Rees-Jones, el guardaespaldas, estaba herido pero consciente, por lo que se preocupó por la princesa de Gales. Tan es así, que Xavier Gourmelon, recordó sus palabras: "Seguía preguntando por la princesa, diciendo: '¿Dónde está ella? ¿Dónde está ella?'".
Ante las consultas, el bombero relató que encontró a Lady Di, quien parecía estar en shock, pero sin heridas visibles. Al verla consciente y en mejor estado que el resto, imaginó que estaría bien. “Le di algo de oxígeno, y mi equipo y yo nos quedamos a su lado mientras la sacaban del auto. Fue muy rápido porque no tuvimos que sacar ninguno de los escombros", comentó.
Al salir, y ver el estado de la limusina tras el accidente, la princesa de Gales llegó a susurrar sus últimas palabras: "Dios mío, ¿qué pasó?". Para aquel entonces, Xavier Gourmelon aún no sabía a quién tenía en sus brazos, por lo que le advirtieron al instante: "Cuando la metieron en la ambulancia, recién ahí uno de los paramédicos me dijo quién era".
Una vez en la ambulancia y luego de empezar a comprender lo que sucedió, Lady Di sufrió un infarto, del que pudo recuperarse gracias a la asistencia del bombero: “Le di un masaje en el corazón y unos segundos después empezó a respirar de nuevo. Fue un alivio, por supuesto, porque como socorrista quieres salvar vidas, y eso es lo que pensé que había logrado".
Sin embargo, durante esa misma madrugada Diana Spencer fue ingresada al quirófano para tratar de curar sus heridas internas. Pese a esto, y luego de revivirla en algunas ocasiones, la rotura de un vaso sanguíneo cerca de su corazón terminó con su vida.