Tremendo. Así fue el último fin de semana para Ariel Rodríguez Palacios, quien hoy volvió a estar al frente de su programa en Telefe, Ariel en su salsa, y mientras cocinaba en vivo contó un sucedo que le tocó vivir en carne propia y que casi le cuesta la vida. "No me salió perfecto pero quise hacer una obra de bien", arrancó contando el cocinero.
"Entendí que con la naturaleza no hay que meterse", agregó mientras crecía el misterio en el estudio. Sus panelistas, Mica Viciconte y Nico Peralta, quisieron saber de qué estaba hablando y Rodríguez Palacios lo contó con lujo de detalle. "Intervine en la naturaleza y no me sirvió. Me levanté muy temprano para un domingo: me había acostado a las 2 de la mañana y a las 7 ya estaba arriba", arrancó Ariel.
Y siguió: "Me levanté sin hacer ruido para no molestar a nadie. Me fui a remar, estoy en medio de la laguna y vi un carancho en el agua. Me gustan porque son animales que viven en pareja, son grandotes y resulta que estaba el macho en el agua. Trataba de salir pero se le habían mojado las plumas y no podía salir".
Preocupado, el conductor culinario contó cómo estaba el ambiente en el lugar: "La carancha estaba en el borde, miraba, no podía ayudar y se empezó a juntar un grupo de caranchos que miraban todo desde la orilla. Pasé, volví y como el kayak era muy finito, se empezó a tambalear. Intenté ayudarme con el remo, lo metí al agua y no toqué el fondo, entonces supe que era hondo. Me acerqué al animal para ayudarlo pero pensé que me podía atacar porque el bicho qué sabe para qué me acerco. Encima veía al resto de los caranchos en el borde mirándome fijo".
"Me acerqué, el bicho ya estaba muy cansado y cuando le acerqué el remo, se subió como pudo. Pero era muy pesado porque es un ave grande, se subió a la punta del remo, yo no podía remar, había viendo, estaba inestable y como ya no podía hacer más fuerza, decidí tirarme al agua. Juro por Dios que pasó esto. El bicho me pedía socorro, yo no podía llevar el kayak con el bicho en el remo. Lo llevé a la orilla, lo puse patas para abajo en la costa pero ya estaba comprometido. Respiraba, lo intenté reanimar pero no pude salvarlo. Me fui y miré de lejos cómo el resto de los caranchos se acercó a rodearlo", relató Rodríguez Palacios.
Empapado y cansado, Ariel volvió a su casa con una extraña sensación pero su familia jamás se enteró de lo que le había sucedido. "Volvi y todos seguían durmiendo, así que me bañé y me puse a mirar a Los Pumas", concluyó.