Como pocas veces, Daniela Cardone abrió su corazón y dio detalles de cómo fue su difícil relación con el padre de Brenda Gandini. La mediática contó cómo fue su primer matrimonio a los 19 años con Carlos Gandini, propietario de la famosa disco Zakoga en los años 80 y apasionado del automovilismo.
En la entrevista, Cardone recuerda cómo, a pocos meses de casarse, quedó embarazada y enfrentó la dolorosa situación de ser abandonada por Gandini mientras cursaba el séptimo mes. La situación se complicaba aún más debido a los problemas de salud mental del empresario, quien sufría de depresión y estaba medicado, algo que Daniela desconocía por completo.
“Él era depresivo. Y sus depresiones resultaban fatales. Estaba muy medicado, muy. ¡Y nunca lo supe! Jamás”, admitió antes de agregar: “Recuerdo que mamá se enojó conmigo: `¡¿No te diste cuenta?! ¡¿Cómo fue que nadie de su familia fue capaz de decírtelo?!´, me reprochaba. Entonces comencé a resolver la vida como pude”.
La historia dio un giro aún más doloroso tras el nacimiento de su hija Brenda en 1984. Gandini, después de llevarse a la empleada de la casa, con quien también tuvo un hijo, continuó acosando a Daniela Cardone, sumiendo a la modelo en un calvario de acoso y hostigamiento.
“Carlos me dejó por la empleada de casa, la misma que me había ayudado con las tareas y cuidados durante todo el embarazo”, contó.
En busca de un mejor futuro, Daniela se trasladó a Buenos Aires, dejando a Brenda al cuidado de su madre. Gracias a un encuentro fortuito con Teté Coustarot, llegó a conocer a Nina Blanchard, una descubridora de talentos que la llevó a Los Ángeles, donde fue recibida en la agencia de modelos Wilhelmina.
Sin embargo, una llamada de su madre interrumpió lo que podría haber sido una carrera internacional prometedora. Gandini, con el respaldo de su familia y su poder económico, inició acciones legales por la tenencia de Brenda, desencadenando un calvario legal para Cardone.
La lucha de Daniela Cardone por recuperar a su hija incluyó años de trabajo duro, viajes constantes y enfrentamientos legales. Cardone compartió que Brenda viajaba sola en avión, con un cartelito colgado, cada fin de semana. Finalmente, cuando Brenda cumplió 18 años, eligió vivir con su madre, cerrando así un capítulo doloroso en la vida de ambas.
“La dinámica por momentos me resultaba difícil de llevar. En ese momento tenés muchos mambos y te guardás un montón de cosas. Con el tiempo tuve charlas sinceras con mamá al reencontrarnos de grande. Pero a la distancia me resultó muy bueno haber vivido esa historia”, contó Brenda alguna vez.