Este sábado 25 se cumplen 10 años de la muerte de Ricardo Fort, un hombre que, a su manera, marcó una época en el mundo del espectáculo. Excéntrico, hizo un haciendo un reality de su vida. ¿Qué generó? Que la gente la adoptara rápidamente. Cuando, en general, los millonarios son mirados de reojos por el pueblo, para él fue todo lo contrario.
Cuando falleció El Comandante, sus hijos –Marta y Felipe Fort- tenían apenas 9 años. Eran muy chiquitos, pero el recuerdo es permanente. En ese corto periodo alcanzó para que ellos sienta en amor de su padre, el legado que les dejó, y el amor incondicional que se ve plasmado en el emotivo video que armó Marta.
“10 años ya”, escribió la joven y pidió: “Ojalá se lo recuerde siempre con una sonrisa”. En el material se puede ver fotos inéditas, siempre unidos, como familia, y con esa sonrisa que ella pide que no se olvide. Hasta se lo pudo ver a Ricardo haciendo un bizcochuelo…quién lo diría. Pero todos lo que le pedían sus hijos era palabra santa.
Como no podía ser de otra manera, fue musicalizado con A mi manera, tema entonado por Fort con su inconfundible registro y caudal de voz. Por supuesto, los me gusta su multiplicaron –más de 20 mil en apenas una hora- y los comentarios acompañaron, todos con tratos recuerdos. "Se lo extraña"; "El mejor de todos"; "Si, Marta. Lo recordamos y lo seguiremos recordando"; "Qué lindo que puedas conservar todos esos recuerdos".
En cuanto a los últimos días de Ricardo, el desenlace había comenzó el 21 de noviembre de 2013. Esa mañana, el artista había sido internado en el Sanatorio de la Trinidad, en Palermo, a raíz de los fuertes dolores que sufría en la rodilla y la columna. Recién llegado de Miami, apenas podía caminar y se movía en una silla de ruedas eléctrica. Los primeros estudios revelaron que tenía una infección en la rodilla, de la que había sido operado ese año, y problemas en la columna vertebral. Pero además se había quebrado el fémur en una caída en Estados Unidos. día a día su salud fue empeorando hasta que, cuadro días después, el triste final.