Alejandro Fantino y Coni Mosqueira se casaron por civil en octubre de 2022 y luego hicieron una gran fiesta en la que celebraron con amigos y familiares. Esta relación, que se fortaleció en pandemia, porque las circunstancias los hizo convivir cuando apenas se conocieron, va a sumar un nuevo capítulo.
Esta tarde, en su programa Metaverso Fantino, acompañado de Mosqueira, contaron que van a ser padres. “¿Por qué tenés los ojos llorosos?”, le consultaron sus compañeros. Sin vuelta, Fantino soltó: “Porque estamos esperando un bebé con Conita”.
Luego de eso, le pidió permiso para darle un beso en la panza, y ella excedió: “Miren lo que es esa pancita hermosa”. En ese momento –a modo de humor- su amigo Troco, con quien tuvo una fuerte discusión días atrás, lo trató de básico. “Básico no, viene un hijo”, le contestó Ale y confirmaron que ya saben que tendrán un varón.
“Se los quería confirmar y contárselo a la banda”, dijo el conductor y Coni reveló que está de 13 semanas. “Me siento feliz”, remarcó la modelo.
Nunca imaginamos sentir tanta felicidad”, dijo la modelo y agregó: “Te amamos bebito hermoso. Te esperamos con todo el amor del mundo. Gracias vida, gracias universo, gracias Dios, por permitirnos transitar este proyecto tan sublime”.
Hace un año, Coni pasó por LAM, y había anticipado este momento de felicidad: “Tengo 28 y en breve cumplo 29, el tema de la maternidad me está empezando a agarrar ahora. Toda la vida dije que a los 30 quería ser mamá, y ya vieron lo que pasa con las cosas que presiento, dan miedo (risas)… Ahora, de golpe, muchas de mis amigas son mamá y una de mis hermanas acaba de serlo, empiezo a ver bebés por todos lados. El año que viene cumplo 30, así que me gustaría”.
Cabe recordar que Alejandro Fantino es padre de Nahuel, a quien conoció cuando tenía 11 años, que actualmente tiene 31 años y mantienen una relación de mucho apego. Lo conoció cuando él estaba haciendo Mar de fondo, en TyC Sports, y la mamá de quien por entonces era un nene lo espero en la puerta y se lo contó. Ale lo miró, lo vio tan parecido, que ni siquiera pidió un ADN.