Estamos a una semana de Navidad y qué mejor que comenzarla con un espectáculo mágico. Así fue lo que se vivió el domingo 16 en el Teatro Broadway de la mano de Cantando con Adriana y Bailando con Julieta que se presentaron a sala llena e hicieron bailar y cantar a grandes y chicos.
Con un espectáculo único, inclusivo e interactivo los adultos se metieron en el mundo de los más pequeños y jugaron a ser niños de nuevo.
Un repaso por todos los éxitos de Adriana hizo que todos los presentes casi ni se sentarán durante el show. Se paraban ante cada hit para cantarlo desde su butaca.
Sin dudas, uno de los momentos más emotivos fue cuando subió al escenario el Abu Saúl, padre de Adri y abuelo de Juli, y tocó en el piano los clásicos de María Elena Walsh. No había ni una sola persona en el Teatro que no estuviera emocionado por ese hermoso momento familiar.
A lo largo de la tarde se sumaron todos los amigos del mundo mágico de Cantando con Adriana: el Patito Tito, el perro Timoteo, el cerdito Cholito, los conejos y, los más aclamados, el sapo Poing Poing y la Sapa Pepa.
Para terminar Adriana tomó su guitarra y cantó temas a pedido del público. Volvió a ser esa maestra jardinera que soñaba en grande para cumplir sueños. ¡Emocionante!
SOBRE CANTANDO CON ADRIANA
La obra y trayectoria de Adriana ha sido declarada de interés cultural por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación gracias a su gran aporte a la cultura y a la educación de los niños. En agosto del 2016 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires declaró a Adriana Personalidad destacada de la Cultura.
SOBRE BAILANDO CON JULIETA
Julieta es la nueva generación del musical y tiene una extensa trayectoria en el mundo artístico habiendo comenzado a sus siete años en los escenarios más importantes del país. Con su dulce voz y sus movimientos hace bailar a niños y grandes.
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