Este martes 19 se cumple un mes del fallecimiento de Laura, la mamá de Darío Barassi. La señora tenía cáncer de páncreas y tras la lucha contra la enfermedad, se produjo su deceso. Lógicamente, fue un gran sacudón para el conductor, que más allá del paso del tiempo –corto por cierto- no logra asimilar.
Sin ir más lejos, en este momento está de vacaciones, y no dudó en ir a visitar con su familia el lugar en el que descansan los restos. A través de un posteo en redes sociales, mostró una serie de fotos en las que se lo ve con su pareja, Lucía Gómez Centurión y sus hijas: Emilia e Inés.
Allí se puede ver a las nenas jugando en la tumba de la abuela, a Darío sentado, tal vez sin poder reaccionar, y a Lucía cambiando flores, limpiando la zona. “Primer mes. Duele y parece q va a doler por un rato largo. La siento libre, plena y feliz. Pero no está acá y el egoísmo y la necesidad pesan mucho”, comenzó.
Y luego se refirió al momento vivido cuando comenzó a escribir sus líneas: “A esto vinimos. Necesitaba estar los 4 ahí, con ella, hablarle, que mis hijas canten, jueguen, la despidan a su manera ya que no lo habían hecho aún. Orgulloso y enamorado de mis mujeres. Gracias eternas por estar como estas, Lucía”.
“La Pipi iba y venía. Cantaba, acomodaba todo, ponía flores, cruces, traía agua, le dejó su gatita Sofi de peluche para que la cuide. Me preguntaba porque lloraba y me saltaba a encima abrazándome. Me agradeció por traerla y me pidió perdón por no creerme que la abu Lala ya no estaba acá”, agregó sobre la intimidad de ese instante.
Sobre la más chiquita, dijo: “Inés María se sentó al lado mío todo el tiempo, seria, con los ojos gigantes. Atenta y dulce. Se sacaba el chupete y me lo daba. Hizo popó sentada en la tumba de al lado que era la de mi abuelo. Me reí. Es todo esa gorda tierna y compañera. Mi mujer enorme abrazando todo. A mí, a ellas, a mi vieja. Pilar de mi vida”.
“En fin. Acá estamos remando. Extraño mucho a esa mujer espectacular. Pero por suerte me acompañan en esta mis chicas, que básicamente lo son todo. Vacío y repleto. Golpeado y orgulloso. La vida misma. Gracias a todo el mundo por el afecto en la calle y en redes. Hace bien y es valioso. Te extraño vieja”, cerró Barassi.