Desde afuera, cualquier podría pensar que Agustina Gandolfo, la esposa del jugador Lautaro Martinez, tiene una vida soñada y libre de preocupaciones: vive en una lujosísima mansión en Milán, viste las mejores marcas, conoce lugares increíbles y se codea con figuras internacionales al tiempo que formó una linda familia.
Pero la realidad es que más allá de lo que se pueda ver en los medios, es una mujer como cualquier otra. Mamá de Nina de dos años y medio y de Theo, de apenas 3 meses de vida, se ocupa personalmente de todo lo que tenga que ver con ellos. Pero al igual que muchas mujeres que se quedan maternando solas, por momentos se siente desbordada.
En sus redes sociales aprovechó para hacer catarsis y se abrió de corazón: "La verdad es que tengo una mañana muy caótica con los niños porque cuando logré dormir a Theo, Nina empezó a gritar y se despertó... tengo una cara de or... que no la puedo disimular. Voy a intentar ponerle onda y salir a tomar aire para no explotar".
Luego, explicó su situación que coincide con la de otras esposas de futbolistas: "Los domingos en los que Lauti no está son caóticos para mi. Tengo siempre alguien que me ayuda pero todavía no se pueden ocupar de los dos y todo el fin de semana, siempre tengo a uno a upa por lo que no puedo ni hacer pis sola. Es cuando más extraño a los abuelos".
Agustina aclaró que sabe que no es la única que pasa por eso y que tampoco será para siempre, pero no deja de visibilizar la angustia que siente por momentos al tiempo que además, dijo sentirse muy juzgada. "Me preguntan mucho por Theo pero la verdad es que es un tema que hablé con la psicóloga porque me hacía mal. La gente me criticó mucho porque Nina va al jardín y le contagió unos virus... yo estaba en el posparto, con toda esta situación de Theo y me puse mal por los comentarios entonces me sugirió que no lo exponga, que no muestre tanto".
Agustina es mendocina y su historia de amor con Lautaro Martinez comenzó en 2018. Se conocieron en un cumpleaños y el flechazo fue mutuo pero ella tenía sus reparos ya que el jugador estaba a punto de irse a vivir a Italia para sumarse al Inter. "Algún día vas a ir a vivir allá", le dijo él seguro de que esa atracción se transformaría en algo más.
Lo cierto es que no se equivocó. La relación se mantuvo a la distancia por poco tiempo ya que Lautaro le pidió que se instalara con él en Milán. Agustina dejó todo por amor y al poco tiempo nació Nina, la primera hija de la pareja. En mayo de este año se casaron y en agosto nació Theo, el segundo hijo de la pareja.