En sus 23 años de carrera musical, Karina lanzó muchísimas canciones que lograron posicionarse muy bien en los rankings y se terminaron convirtiendo en verdaderos clásicos de la movida tropical. Uno de los más especiales para ella es "Con la misma moneda" ya que se transformó en el hit que la catapultó a la fama allá por el año 2000.
Pero lo que muy pocos sabían era la perturbadora historia que secunda a esa canción y la propia Karina decidió contarla en el ciclo "Biri Biri".
"Yo en ese momento iba mucho a la iglesia. Un día hablo con el pastor y le cuento que iba a sacar un tema en el que tenía que hacer con los dedos así (gesto de cuernitos) pero él me dice que no lo saque... para mí iba a ser un hitazo, me quería morir", comenzó.
La anécdota se empieza a poner turbia: "Por dentro pensé que la iba a sacar igual. Salí de la iglesia y lo grabé... no importa por qué razón, me atropelló un auto y quedé internada. No me hice nada salvo en los dos dedos de la mano que tenía que bajar para hacer los cuernos".
Mientras todos la miraban atónitos, Karina continuó: "Los médicos me dijeron que los nervios se habían separado y tenían que amputarme los dedos. Yo me fui a la iglesia a pedir perdón desesperada... a los días, voy al médico para firmar los papeles para la operación, me iban a amputar... cuando estoy por agarrar la lapicera, me da electricidad y se lo digo. Y fue ahí que cambió todo".
Uno de los clásicos momentos en los que uno dice 'es creer o reventar' pues esa 'electricidad' fue la que salvó los dedos de su mano. "El médico me dijo que si yo sentía eso era porque los nervios se habían unido, inexplicablemente porque era algo imposible. La cosa es que no me los sacaron".