Este sábado 25, a los 86 años, murió Tristán. Actor y humorista argentino larga trayectoria en cine, teatro y televisión que trabajó junto a figuras como Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Susana Giménez, Juan Carlos Altavista y Juan Carlos Calabró, entre otro. Un capocómico con una historia personal muy vertiginosa. Estas son algunas de sus vivencias y la forma en las que él las contó a lo largo de los años.
Su ojo estrábico. "Tengo estrabismo, por un golpe de aire cuando era chico. Tendría 6 o 7 años. Y sospecho que fue nervioso, cuando mi viejo se piantó y nos abandonó. Del ojo izquierdo veo menos porque el derecho me chupó todo del otro. De chico me cargaban y me decían "tuerto", "bizco", y otras cosas. No me agarraba a las piñas, aunque una vez le di una a un chico, León, que me cargaba y le sangró la nariz".
El abandono de su padre. "Lo sufrí muchísimo. ¿Qué chico no sufre no tener la imagen de su padre? Mi primo Humberto me fue construyendo la ima gen de papá. Mi meta y mi deseo era estar en Buenos Aires, porque ahí vivía mi papá, pero antes deambulé con todas las orquestas de Pergamino: tocamos en Junín, Teodelina, Ascensión, Rojas, Bragado, Chivilcoy. A los 15 años trabajaba en el bar Tokio, en Pergamino: fui lavacopas y pelapapas, después pasé al mostrador y ascendí a mozo. Cuando era mozo de verdad, me pegué el porrazo del siglo. Llevaba dos sifones en la mano derecha, una bandeja llena de platitos y botellas en la izquierda, pisé una aceituna y me fui con todo al piso".
Se enteró a los 40 años que tenía dos hermanos. "Conocí a mis dos hermanos a los 40 años. Mi padre había tenido un primer matrimonio con una señora con la que tuvo dos hijos, luego conoció a mi madre y por esos pruritos de la época nunca me contaron del pasado de mi padre. Un día fui a Canal 7, y un hombre que trabajaba de seguridad me dijo que era mi hermano y que a su vez tenía otro hermana. Así fue como los conocí, recién de grandes. No los llegué a disfrutar. Crecí pensando que era hijo único, pero con el tiempo me enteré que tenía dos hermanos más, de una relación anterior de mi padre. En el '79, fui a Luján a bendecir un coche Honda Accord que me había comprado y lo volví a ver. Después, me vine a Mar del Plata a hacer temporada, y quedamos en vernos a la vuelta. No fue posible: a la tercera función me llegó un telegrama, donde me decían que había fallecido. Se llamaba Julio Argentino González, no llevaba mi apellido porque papá no lo había reconocido. La otra era Stella, pero no la conocía, ya había muerto. tenía 330 años más que yo. Si el destino no nos hubiese puesto en el mismo camino, tal vez hoy seguiría creyendo que era hijo único y que mi padre se había casado una sola vez. Por este motivo, a mis tres hijos, que son de matrimonios distintos, un día los junté y los puse cara a cara para que se reconocieran porque en mi familia no quiero secretos."
La muerte de un hijo a los 11 meses. "Tengo una familia grande y me encanta poder tenerlos cerca. Mi hija mayor se llama Vicky y es cordobesa, así que cuando trabajo en Carlos Paz nos vemos tres meses seguidos. Después viene Mariano y el menor es Federico. Tuve un hijo antes de Vicky que falleció a los 11 meses. Falleció por un problema de diarrea estival. En aquella época no había tantos medios para curarla, ahora es una enfermedad que se la puede agarrar a tiempo. ¿Si cerró esa herida? No, nunca va a cerrarse. Me acompaña y a la vez me ayuda. A mi hijo lo siento presente, intuyo que me va marcando el camino, me orienta".
Sus trabajos antes de ser humorista y actor. "Trabajé en un bazar, y los sábados me hacían pasar el pisoleo. Cuando alquilábamos vasos para fiestas de casamiento, me ponía a lavar las copas sucias. Debuté en el espectáculo a los 23 años. Los tres primeros meses viajaba a diario desde Pergamino: ganaba 600 pesos y gastaba 1.200. Por suerte, vendía alfajores y budines de mis pagos en San Antonio de Areco y en la recova del Once, donde paraba el Chevallier. Antes había sido plomo y animador en varias orquestas. También trabajé en el circo, y ahí conocí a mi primera mujer, la madre de mis hijos Victoria y Mariano. Mucho después llegó Federico, que tuve con una mujer uruguaya. Ya en Buenos Aires, si bien estaba empezando en Farandulandia, no me alcanzaba para pagar la pensión. ¿Qué hice? Por un conocido de mi papá entré a trabajar en el Correo Central. Estuve tres años y medio, de 0 a 6 hs. Y de las 14 a las 21 trabajaba en una panadería de Corrientes y Pueyrredón. Una vez, una señora vino a comprar y me dijo: "Deme media docena de pelotas de cura". ¡Quería bolas de fraile!"
La muerte de su mamá. "Mi mamá Antonia me crió sola porque mi padre me abandonó. Hizo de madre y padre y me enseñó muy bien el camino. Tengo la fecha de su muerte bloqueada de la cabeza. Tengo que mirar los papeles para saber qué día fue. Estaba de viaje en Los Angeles cuando murió mi mamá, de un infarto. Me llamaron por teléfono para avisarme, ¡no sabés lo que fue! Me subí al primer avión y pude llegar a despedirme. Estaba mareado, fue una piña que me dio la vida y me dejó KO. Pude llegar y verla. La velamos en Pergamino y cuando llegamos había cerca de 100 personas esperando para despedirse de ella."
Su parecido con Néstor Kirchner. "A mí me decían Néstor y a él, Tristán. ¿Si yo me veía parecido a él? Sí: los dos teníamos falso guiño. No es chiste, te lo digo en serio. Cuando me viene el sol de frente, tengo que cerrar el ojo izquierdo. Y a él le pasaba lo mismo. No lo conocí en persona pero fijate lo que son las vueltas de la vida: Kirchner murió el 27 de octubre, el día de mi cumpleaños. No sé si fue casualidad o causalidad. Nunca lo imité, y eso que me llamaron de muchos lados para que lo parodiara. Siempre me negué porque ni loco tocaría la investidura presidencial. Me ofrecieron mucha plata pero no acepté. Nunca hice una cargada de él."
Sus vocaciones. "Tuve tres vocaciones en mi vida: ser sacerdote, policía y actor. Por suerte, al ser actor puedo hacer de policía y de sacer dote también. Fijáte las tres que te nombré: vocación de servicio. Siento que nací para servir. Y si le puedo dar una mano a alguien, se la voy a dar."
Sus denuncias por violencia de género y el juicio que le ganó a Cinthia Fernández. "Se está hablando que yo golpeé una puerta, que le toqué la cola. No, el respeto por la mujer por sobre todas las cosas, siempre, a mí me lo enseñó mi madre, de muy chiquitito. Me gusta que conozcan mi verdad. También me gustaría que ella en su momento hubiera sido consciente de las cosas que hizo y dijo, que tal es así que se equivocó feo, y a mí me lastimó mucho. Pero no importa, mis heridas son curadas despacito”, expresó el humorista, quien afirmó que le gustaría que la bailarina le pida disculpas, aunque no cree que lo haga nunca. "Yo nunca le levanté la mano a una mujer. La gente de afuera parece que no te ve, pero te mira y te repasa al mismo tiempo"
La muerte. "Me va a llegar cuando tenga que ser: todos tenemos fecha de vencimiento. Si pasaste en este mundo haciendo bien, la despedida va a ser buena. Pero igual no pienso en eso".