Sigue la guerra entre Cinthia Fernández y Leila Davidovich, su vecina del barrio privado. Todo comenzó cuando la señora festejó el cumpleaños de 15 de su hija y un grupo de invitados se coló por el jardín de la casa de la mediática y le destruyó la puerta a patadas. Cinthia arrojó gas pimienta pensando que eran delincuentes y todo explotó.
Mientras en los medios se debate si la reacción de la panelista fue correcta o exagerada, se le da la palabra a las partes y en LAM no fueron excepción. El problema es que en medio del testimonio de Leila, Cinthia le escribió a De Brito para que pusiera un audio que ella le había enviado para desmentirla, pero no lo hizo y ella explotó.
“Pensé que eras mi amigo y podía pedirte que pasaras mi audio. Parece que no. La verdad no entiendo nada. En fin”, disparó cuando el conductor le dijo tajante que no le iba a enseñar a hacer un programa.
En el piso, después de un informe, De Brito se puso inflexible: "Ella dice que no nos ve, ahora nadie nos ve. Se mezclan las cosas porque ella no admite que las personas piensen distinto, dice que estamos enojados, que la matamos, que hay una campaña en su contra".
Luego, con cara de pocos amigos, sumó: "Cree que Mazzocco la odia y que todos la odiamos. No sé, no la entiendo".