Ángela Leiva es una de las cantantes más queridas de la nueva camada de la música tropical. Ella comenzó a ejercer su vocación desde muy joven y, durante una visita a Noche al Dente, recordó el apoyo que le dieron sus padres.
"Hoy tus papás están...", dijo el conductor sin terminar la frase. "En el cielo, como dicen los chicos", completó la cantante con nostalgia.
"¿Qué llegaron a ver ellos (de tu carrera) porque fueron muy importantes en todo esto, no?", le preguntó Fernando Dente. "Mis viejos fueron el gran sostén, el gran apoyo. Yo siempre agradezco haber tenido ese empuje de parte de ellos. Hay muchos artistas que, lamentablemente, no han tenido el apoyo de sus padres y así y todo lo han logrado. A mí me parece tan importante tener el apoyo de los padres en todo lo que hacemos los hijos", comenzó.
"Mi vieja era mi gran fan, la cholula del barrio. A ella le gustaba estar en el backstage. Mi papá era todo lo contrario, él se subía al escenario y cantaba conmigo", añadió.
"¿Es verdad que tu mamá sacaba las entradas y no te avisaba? Y vos la veías y parabas el show", quiso saber el conductor. Entre risas, Leiva continuó: "Me acuerdo un día en un boliche de Adrogué, que ella vivía ahí. Estaba cantando y la veo a mi vieja. Ahí dije: 'Cortame todo. Mamá, ¿qué hacés acá?' La gente se enloquecía. Después terminaba sacándose fotos. Mi papá, no. Él siempre me acompañó. De hecho, antes de ganar el concurso, yo tenía mis bandas amateur y papá ponía su camioneta y nos llevaba con todos los instrumentos a ensayar. En esa época hacíamos todo por amor al arte. Y bueno, lamentablemente, los dos fallecieron. Mi mamá hace diez años y mi viejo hace dos".
"¿Y cómo estás?", consultó Dente. "Y... estoy. La verdad es que estoy en una etapa de mi vida en la que, con 34 años, estoy más presente en todo lo que hago. También tratando de pulir mi personalidad y mis defectos. Estoy muy feliz, en pareja con mi novio. Están mis dos hermanos que los amo", dijo ella.
Finalmente, a modo de conclusión, Leiva cerró: "Estoy en esa etapa en la que mis papás me hacen falta. Hubo una etapa en la que uno con la vorágine (no estaba tanto con ellos) y ahora que estoy más grande me encantaría que estén compartiendo conmigo. Todavía me pasa, mi papá falleció hace dos años, y todavía tengo ganas de llamarlo. Me agarra como ese impulso. Yo lo llamaba todas las noches y la verdad es que lo extraño mucho".
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