Por estas horas tanto el nombre de Marta como de Felipe Fort están ligados a las no muy buenas noticias. Por un lado, el duro revés judicial que indica que tendrán que pagarles a los herederos de Gustavo Martínez, quien fue el tutor de ellos hasta su fallecimiento, la suma de 45 millones de pesos.
Pero desde el lado afectivo también surgieron detalles nada agradables sobre todo para Felipe, que como nuevo eslabón en la empresa FelFort, tenía planeado dos innovaciones. Por un lado, agrandar el tamaño del marrroc, la clásica golosina. Parece que es no podrá ser, no fue aceptado porque dejaría de ser un bocadito, entre otras cuestiones más internas.
Lo otro, ya más personal, quería sacar a la venta un chocolate con un muñequito con la forma de Ricardo Fort. Una suerte de homenaje. Esto podría darse con el famoso chocolate Jack, pero según informó su primo, Thomas Fort, tampoco se podrá dar.
“Estaría bueno, pero está difícil ponerlo en el envase o hacer muñequitos. Probablemente lo único que se pueda usar es el nombre Comandante”, sostuvo.
Agregó que tiene ver con “la ley de etiquetado frontal”. ¿De qué se trata? En 2022 salió una norma en la que indicaba que desde ese momento los alimentos ya no pueden tener figuras de personajes en sus cajas y envoltorios.