Benjamín Vicuña publicó el libro Blanca, la niña que quería volar en homenaje a su hija Blanca que falleció en el 2012 a causa de una neumonía hemorrágica. Si bien ya salieron a la luz algunos extractos del mismo, aún Benjamín no había detallado cómo fue el proceso hasta llegar a él. Hace pocas horas, confesó cómo fue este camino hacia la culminación del libro.
"¿Qué fue la necesidad que te hizo escribirlo?", quiso saber Florencia De La V. "El para qué lo tengo claro, el por qué no muy bien. El para qué, para muchas personas-me guste o no a mí- que ven en mí, una persona que vivió una experiencia muy dolorosa".
"A mi me ayudaron muchísimas cosas, partiendo por la amistad como un valor principal. Amigos que venían a mi casa, que me ayudaban con los chicos, en los turnos, con los pool. Te golpeaban la puerta y te hacían una comida", explicó en Intrusos.
"De parte de Caro hubo una generosidad muy grande a nuestra historia, a Blanca, y me acompañó en todo momento. Leímos juntos con nuestros hijos partes del libro que son más luminosos y estoy muy agradecido, porque los duelos son individuales y ella tuvo otra manera de encarar el dolor. Yo necesité expresarlo", agregó Vicuña.
También Benjamín contó a quién fue a buscar una palabra de aliento: "Al final del libro hay una carta de Cristian Parkin, un amigo que perdió un hijo, y fue a la primer persona que le pregunté, 'por favor, dime que esto se va a pasar, sino no puedo vivir con este dolor', y él me sostuvo la mirada y me dijo, 'mira, el dolor se transforma".
"Y de esto se trata de seguir con la vida. Mis hijos bancaron mucho este proceso, sobre todo mi hijo más grande, y fue duro, no les voy a mentir. El año pasado fue un semestre muy duro en lo personal porque falleció mi papá y eso también me motivo a escribir este libro".