Marina Calabró trató el tema del alejamiento de LAM de dos de sus panelistas, Estefanía Berardi y Andrea Taboada, en el programa Lanata sin filtro. Después de desarrollar la información que tenía y de dar su mirada sobre la salida de las angelitas, quiso destacar la labor profesional de Andrea Taboada, junto a quien trabajó en Infama hace muchos años. "Yo laburé con Andrea en Infama y reconozco, Lanata, que éramos un equipo difícil. El equipo de Infama éramos muy camarilla. Santiago del Moro, Marcela Feudale y yo, para todos los que intentaron entrar fue complejo, excepto para Andrea Taboada. Es una profesional impecable que tiene gran adaptabilidad, porque si sobrevivió a ese equipo de Infama... Malísimas, con la Feudale éramos re-malas y Del Moro más malo que nosotras dos juntas. Eramos un grupo muy cerrado, realmente casi nadie encajó en ese equipo y Taboada lo hizo maravillosamente bien. Una profesional con gran trayectoria, estuve hablando con distintos colegas que manejan producciones y se la están disputando", dijo Marina.
El panegírico en favor de Taboada, sin embargo, tuvo otras repercusiones no tan asupiciosas. Vanesa Carbone, que actualmente es investigadora forense y especialista en técnicas de Perfilación Criminal, trabajó como panelista durante cuatro meses en Infama junto a Del Moro, Calabró y Feudale. Y después de escuchar el audio de Marina, se indignó y quiso hablar. En su extenso descargo con Pronto dijo lo siguiente:
"Marina Calabro en el programa de radio de Jorge Lanata habló sobre la periodista Andrea Taboada y decidió emparejarlo de alguna manera con su función cuando era panelista de Infama, junto a Santiago del Moro y a Marcela Feudale. Hizo alusión a lo que fue el equipo de varias panelistas que pasaron por ese programa. Me extrañó mucho la naturalización del maltrato que hizo Marina con respecto a Infama, esto de que se regodeaba en decir que ella junto a Marcela Feudale eran un equipo muy difícil, que eran malísimas, dicho por ellas, "yo era malísima, con Feudale eramos malísimas, Santiago era peor, más malo que nosotras juntas". Esto de que casi nadie encajó en el programa, que no sobrevivieron y que la única que pudo sobrevivir al programa por su gran adaptabilidad fue Andrea Taboada"
"Me parece repudiable esta naturalización del maltrato que hizo Marina Calabró. Recordemos que en el maltrato en el ámbito laboral no sólo lo puede ejercer un jefe, sino también tus propios compañeros. A mí me tocó padecer a Marina Calabró y a Marcela Feudale como compañera de Infama porque yo en un momento estuve trabajando con ellas, por suerte poco tiempo. Yo voy a agradecer siempre la oportunidad porque me la dio Santiago y posteriormente Jose Núñez y Gustavo Hoyle, los productores del programa. Pero me tocó padecer a ambas como compañeras."
"Dos veces Marina me pidió perdón por su manera de ser para conmigo. Me pidió disculpas en su momento en sala de maquillaje. Me acuerdo que ella estaba enfurecida porque yo había entrado a Infama y dijo cosas muy concretas cuando me vio. A mí me dijo 'dejan entrar a cualquier persona al canal', 'aunque no esté preparada puede participar de un programa´, 'esto es una vergüenza, como puede ser'. Yo recuerdo que después lo hablé con Gustavo Hoyle y él hizo un pedido para que por favor bajaran un poco los decibeles. Por eso mismo Marina después me terminó llamando por teléfono pidiéndome disculpas que yo le acepté, pero eso no significa que no tenga el derecho de mencionar el episodio que ocurrió cuando lo considere, más aún cuando sigo viendo que la misma persona que tuvo una manera determinada de ser, genera esta especie de naturalización del destrato en el ámbito laboral. La disculpé, pero escucharla después de tantos años mofarse de lo mala que era... Una cosa es hacer un mea culpa y decir "la verdad es que yo era una persona de determinadas características, éramos malas", y se pide disculpas. Pero lo abordó desde una liviandad, que me quedé azorada. Nunca vi a nadie mofarse y regocijarse de lo mala persona que fue y que ha sido con otros compañeros."
"Antes de que yo me fuera, ya se sabía que mi contrato terminaba y que no se iba a renovar. Hubo muchos pedidos por parte de Marina a Santiago y a la producción y sus molestias constantes hacia mi persona. Lo sé porque me lo dijeron los productores. Incluso me dijeron 'ya vamos a tomar un café para charlar mejor y contarte bien', como que tenían ganas de contarme más cosas. Después me acuerdo, por ejemplo, que Feudale pasaba al lado mío y me decía, 'te vas, te vas, tres meses cuatro meses y te vas', así en voz baja, como una especie de niña contenta de la primaria. Y después estaba el aire como el destrato constante de 'vos no sos periodista y como no sos periodista, entonces no tenés derecho a estar sentada como estamos sentadas nosotras'. Incluso cuando se renovó la escenografía del plató llegaron a decir 'nosotras no tenemos por qué estar sentadas con gente que no es periodista", con lo cual le pidieron a la producción estar sentadas ellas dos en el mismo piso que Santiago y que a las demás panelistas las sacaran, por lo cual nos la llevaron a todas las otras panelistas fuera del plató principal, a una banqueta".
"La realidad es que Infama no era complejo para nada. Era un programa genial, buenísimo, una muy buena experiencia más allá de que hoy en día yo me dedico a otra cosa ya que decidí perseguir un sueño en otro ámbito completamente distinto. Pero me parece que tener esta liviandad a la hora de hablar de los maltratos y de los destratos con respecto a otros compañeros, debería haber sido una un aprendizaje para ella. Sin embargo, se la escucha como en un tono hasta jocoso de "qué mal se lo hicimos pasar a muchos compañeros". Lamento muchísimo que diga también que la única que encajó y que pudo sobrevivir a lo malos que eran fue Andrea Taboada. Lamento que una persona deba adaptarse a los maltratos en el ámbito laboral".
"Yo no diría que el de Infama fue un grupo difícil y cerrado. Me parece que Marina Calabró está utilizando como sinónimo de cerrados y de difíciles el ser mala compañera y mala persona para camuflarlo. Vos podés tener una personalidad dificil y cerrada pero no destratar ni ser despreciativo con el otro, no minimizar las tareas del otro. Y ahí lo que había en Infama era un constante destrato hacia las propias compañeras. De ambas. Por suerte, me tocó padecerlo poco tiempo. No eran cerradas, no eran difíciles, eran personas que con una abundancia de carencias y de grandes inseguridades, utilizaban como modus operandi el destrato hacia las mujeres nuevas que ingresaban en ese programa. Un jueguito perverso".
"Yo soy otro tipo de mujer, estoy de la vereda de enfrente. Yo prefiero a mujeres líderes que inspiran, que construyen, que reconocen a otras mujeres cuando son buenas en lo que hacen. Porque también escuché decir que "Andrea era una excelente profesional", como dejando ver que la única que se pudo adaptar por ser buena profesional. Muchas de las personas que transitamos por Infama fuimos excelentes en nuestro trabajo, por eso digo que es lamentable en la posición en la que dejan a todas las personas que han pasado por ahí. Yo prefiero trabajar con mujeres, que a mí me inspiren y Marina Calabró y Marcela Feudale nunca me inspiraron absolutamente a nada. Bueno, sí, a no ser como ellas".
"En el tiempo en el que estuve en Infama, que fueron cuatro meses, eran constantes este tipo de destratos, aparte de los enojos de Marina, de los pedidos constantes hacia Santiago por esta relación especial que ellos tenían y hacia la producción. Había una relación de extrema complicidad entre Santiago y Marina. Yo jamás durante los años y el tiempo que trabajé en TV jamás le permití a ningún conductor que me agarrara de la cintura permanentemente ni me apoye".
"Escuché que mencionó a Santiago del Moro y no lo menciona en forma aleatoria, para nada, lo menciona sabiendo lo que está haciendo, con lo cual tampoco creo que a Santiago le guste. Sucedía algo bastante extraño, yo nunca recibí un destrato por parte de Santiago del Moro, para nada, lo que te puedo decir es que cuando estaban al aire era una cosa y después cuando se iba a los cortes, vos escuchábas como se destrataba y ninguneaba a cada uno de los invitados que habían tenido en el programa. Hubo una vez que le estaban haciendo una nota a la Niña Loly con otra chica, cuando estaban haciendo la promo para una obra de teatro y estaban las dos vestidas como de pijama, algo así sugerente. Estaban dándole la nota gentilmente al programa y después cuando fueron el corte escuché barbaridades despectivas, tratando a la mujer de ligera, vamos a decir para no ser vulgar. Era algo constante que se establecía, parecía como una especie de juego medio raro que sucedía con todos los invitados. Se decía al aire una cosa y después cuando iba el corte, era el comentario espantoso entre los tres."
"Es un falso reconocimiento esto de decir "reconozco Lanata que éramos...", no reconocés nada, lo que estás haciendo es regodearte de haber sido de una determinada manera, por eso mismo incluso Lanata en un momento le dice "¿eran?". Hay ciertas cosas que nunca se pierden. Sin embargo, la felicito porque hace tantos años que hace lo mismo, que se nota que es muy buena en lo suyo y que claramente la farándula era lo suyo. La felicito, pero lejos está en mí parecerme a este tipo de mujeres por suerte, creo que Marina y Feudale pertenecen a una generación de mujeres y yo pertenezco a otra completamente distinta en donde tratamos de identificar aquellas mujeres que son valiosas y que inspiran".
"Como yo hoy no trabajo en un medio de comunicación, ni tengo que tener cuidado de perder mi trabajo, puedo hablar con total tranquilidad de todas las situaciones que han sucedido, Y no lo hago para que me llamen de ningún programa de televisión, a sentarme en un piso, porque aparte no lo amerita. Estoy muy feliz desarrollándome dentro del campo de la criminología y de la criminalista brindando mis congresos. Voy a dar una masterclass ahora dentro de poco para España, voy a dar otro congreso internacional ahora en Bolivia, tengo dos libros y estoy trabajando en el tercero y en el cuarto".