Sin lugar a dudas, Christian Petersen es uno de los cocineros más famosos de la Argentina. El chef se hizo famoso para el gran público por su participación en la televisión, en especial por su actuación de jurado en El Gran Premio de la Cocina, sin embargo, desde siempre fue muy conocido en el ambiente. Sin embargo, y a pesar de que su gran pasión es la gastronomía, ninguno de sus hijos ha seguido su camino.
Es que Cristian Petersen es padre de tres hijos; Hans, Francis y Lans. El mayor de ellos, Hans, tiene 24 años y hace poco tiempo tuvo un gran logro. “Yo de mi hijo Hans. Acaba de inaugurar su galería de arte y descubrir su arte me emociona”, anunció el cocinero en sus redes sociales, revelando que su hijo es artista.
El que el mayor de los hijos de Cristian Petersen abrió Departamento 112 su particular galería de arte en el centro de San Isidro. Una apuesta muy particular que en este momento surgió como una galería sin obra alguna.
“Vamos armando los proyectos individuales de cada artista a partir de vínculos que van creciendo en base al diálogo. Artistas de entre 20 y 38 años, y de distintas disciplinas, El Keni, muralista, Guada y Maxi, artistas tridimensionales, Galo, Benito y Sofi, que pintan con distintas herramientas y soportes, Maggie, ilustradora y artista plástica, al igual que Rosita chicle, Mia, que investiga basura y sonoridad, Vere que trabaja la fotografía, y otros cinco artistas de los que pronto hablaremos. A ninguno le gusta catalogarse o clasificarse, en eso son iguales. Es un arte emergente, pero no emergente definido por la edad”, contó en una entrevista con el sitio oficial de Cultura de San Isidro.
Hans empezó a pintar hace cuatro años, pero también trabaja con fotografía, arte digital y audiovisual. Hizo talleres de arte con Roberta Di Paolo y Renata Molinari, realiza una clínica con el destacado artista visual Ernesto Ballesteros, mostrando así su gran formación artística.
“Quiero que cada cosa que hagamos genere muchas preguntas. Es un diálogo que no todos comprendemos y que no todos queremos comprender. Con esta muestra quiero que hasta venga alguien y me insulte porque no hay nada en la sala. Creo que esta primera muestra va a generar una narrativa por continuar y profundizar a partir del diálogo colectivo”, contó.