Agustín Aristarán llegó a los medios como Soy Rada y a partir de allí empezó a crecer como uno de los humoristas de renombre. Hoy se luce en teatro, como uno de los protagonistas de Matilda, en la que trabaja con Fernanda Metili, su pareja y madre de su hija Bianca. Pero no siempre estuvo en la cúspide como ahora. También le tocó besar la lona, pero eso le sirvió para crecer.
Consultado por eso, comentó lo más curioso que le ocurrió. “Laburé mucho en eventos, mucho. Y en el mundo de los eventos me han pedido de todo”, dijo y sorprendió: “Una vez laburé en un velorio, hice magia en un velorio. Eso es raro, no fue contratado, pero fue en un velorio”.
A continuación, en la entrevista radial con Sebastián Alonso en Cuatro Giros, explicó: “Yo estaba en el velorio de un familiar, y en el salón de al lado me preguntaron si podía hacer magia. Había fallecido una señora muy grande, que había vivido muy bien y la querían recordar con una sonrisa. El ambiente era distendido. Yo lo hice para después contar la anécdota”.
Por otro lado, recordó lo más traumático que la pasó en su carrera, durante una presentación en Chile. “En el fracaso también se encuentran un montón de triunfos. Me abuchearon en Chile, me abuchearon 150 mil personas, y eso estuvo rebueno”.
“Yo lo puedo contar y me puedo sentir orgulloso también de que haya pasado eso. Digo orgulloso en el mejor sentido, que eso no me derrotó, ni en pedo. Y ahí me di cuenta que el aplauso tiene la misma duración que el abucheo”, subrayó Soy Rada.
Acerca del hecho, ocurrido en 2019 durante la Fiesta de la Independencia de Talca, recalcó: “Si yo me quedo flagelándome y repitiendo que soy el peor de todos, es lo mismo que quedarme diciendo que soy un capo porque la gente me aplaude y me dice maestro. Entonces, eso también fue un piñazo de realidad hermoso. Me dejó un aprendizaje”.