En los años 90, Ricardo Piñeiro se destacó como uno de los principales agentes de modelos en la nación. A través de su agencia, construyó un sólido negocio que incluía a algunas de las modelos más destacadas de Argentina, quienes dominaban las portadas de las revistas. Esto estableció una competencia memorable con Pancho Dotto.
Recientemente el famoso, reveló en diálogo con La Nación: “El mundo de las modelos ya fue. Hice todo lo que quise hasta hartarme. Por suerte me salvó la fotografía y una fuerza de voluntad que no sabía que tenía. Pasé momentos duros, pero hoy lo agradezco. Ya no me interesa el mundo de la moda. Soy más feliz como voluntario en la iglesia Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón o inventando recetas proteicas”.
"Me aburrió todo, excepto la gente que quiero y que siempre me ayudó. Que son muchos. Me siento muy querido. Tuve la bendición de conservar amigos de oro. Es cierto que cuando uno está ahí arriba el universo resulta enorme. Después la cosa decae, y es natural", confesó Ricardo Piñeiro con brutal honestidad sobre la carrera que lo lanzó a la fama.
En este sentido, el hombre comentó que fueron también años muy difíciles. Aseguró que había sido estafado y que mucha gente con la que se rodeaba terminó destruyéndolo. En este sentido, cuando la industria de la moda se modificó, él "tocó fondo" y decidió cambiar por completo su estilo de vida.
Ricardo Piñerio se animó a hablar públicamente de su adicciones y cómo logró salir de ellas: "Tuve un momento en que sentí que me estaba yendo al diablo con el alcohol. Pero en realidad era todo en un entorno de soledad y depresión. Había dejado el campo, el trabajo, estaba recién instalado en el centro con mis perros. No la veía por ninguna parte. Hasta que me aferré a Dios y eso me sanó. Suena de manual, pero es la verdad. Me acerqué a la iglesia y hoy soy feliz como voluntario".
Actualmente colabora en la iglesia. Allí hace todo tipo de tareas. Allí recibe a gente en situación de calle, realiza comidas comunitarias, charla con las personas que tienen problemas y así pasa sus días.
Todavía mantiene su gran pasión por el deporte: "Desde los 18 que no paro de ir al gimnasio. Me encanta, me hace bien, forma parte de mi vida y me ayuda a combatir mi costado hipocondríaco. Nunca me da fiaca entrenar. Además ahí sociabilizo".
Ricardo Piñeiro aseguró que está completamente fuera dle mundo de la fama. Según detalló en esa entrevista dijo que no a realizar un libro y una serie autobiográfica. "Siento que de alguna manera me volvería a contaminar. Y también se enojarían algunos personajes. Yo ya no compro guerras gratis. El chusmerío me resulta detestable", concluyó sobre este asunto.