Se hizo conocido tras su paso por Gran Hermano y hoy Nacho Castañares tiene miles y miles de fans no solamente en la Argentina sino también en países limítrofes. Cuando entró en la casa más famosa del país, su mamá había fallecido hacía muy poco tiempo y él estaba viviendo con su abuela.
Hoy, está de novio con Lucila La Tora Villar y trabaja a full con sus redes sociales, hace presencias y conduce el ciclo Fuera de joda, por el streaming de Telefe. Sin embargo, no se olvida de lo que le costó llegar a este lugar y en una charla íntima con Nico Peralta para Pronto, habló del capítulo más difícil de su vida.
"Hasta que entré en la casa de Gran Hermano, yo vivía con mi abuela. En realidad, antes estaba mi vieja, Mariana, y cuando falleció mi mamá, me quedé con mi abuela Teresa, a quien apodamos Tessie", confió Castañares.
-¿Cuándo falleció tu mamá?
-Unos meses antes de que entrara en Gran Hermano. Falleció el 20 de mayo de 2022, al toque me salió el primer casting y cuando entré en el programa, apenas habían pasado cinco meses de su muerte. Mamá murió de una insuficiencia cardíaca, por un tema de circulación sanguínea. Eso llevó a la insuficiencia y todo lo que pasó. Fue muy de golpe. Entró por un edema en las piernas y terminó llevando a la insuficiencia cardíaca y en 15 días se dio vuelta la historia.
-Todo muy rápido, ¿no?
-Sí, fue un mazazo. Aparte se dio vuelta todo muy rápido e inesperado. La semana anterior mi vieja estuvo a punto de salir del hospital, le estaban haciendo los estudios para liberarla y dijeron: “Por las dudas, la vamos a dejar en observación”. De repente, empezó a empeorar y falleció. En mí siempre estuvo la actitud de querer salir adelante por mí y por mi familia. La veía muy mal a mi abuela y si encima le sumaba que yo estaba mal, nunca íbamos a avanzar.
-O sea que te pusiste fuerte básicamente por tu abuela.
-Sí y por mí también. Entendí que lo que había pasado ya había pasado y no se podía hacer nada para cambiarlo. Teníamos dos opciones: querer salir adelante de a poco y como podíamos o hundirnos. Las opciones eran hacer el duelo y salir adelante o anclarnos en el sufrimiento y el dolor. Quise cambiar el chip y le metí mucha fuerza para salir a flote, sabiendo que mi vieja me iba a acompañar siempre.
-¿Hiciste terapia?
-No, no hice nada. Me pasó algo muy loco el día del funeral. Traté de hablar con mi vieja y le dije que si ella estaba bien, que me mandara una señal. Si realmente estaba descansando en paz, le pedí que apareciera una mariposa en el velatorio. Creer o reventar: el día del funeral, apareció una mariposa y desde ahí nació mi historia con las mariposas. Siento que las mariposas me mantienen conectado con ella. Siempre en los momentos claves o cuando más lo necesito, aparece una mariposa. En la casa de Gran Hermano, el día de la final apareció y todos los días veía mientras estaba en el programa. Incluso han venido mariposas gigantes a la casa. Siempre la sentí presente y acompañándome.
-¿El día del funeral apareció adentro de la casa velatoria?
-Fue cuando estábamos yendo al crematorio. Pasó una mariposa y después me contó mi papá que cuando yo estaba subiendo las escaleras para ir a firmar los papeles, estaba con mi primo y mi tío materno y pasó una mariposa bastante grande por atrás nuestro. Nos dio una vuelta y se fue. Es creer o reventar. Incluso me pasó que cuando me mudé solo, estaba yendo a firmar el nuevo departamento y en el ascensor apareció la imagen de una mariposa y justo la vi. Las veo siempre en momentos especiales.
-¿La tenés tatuada a tu mamá?
-Sí. Tengo tatuada una mariposa y encima me la tatué antes de que pasara todo esto. Lo mismo con dos rosas cruzadas que me tatué antes de lo de mi mamá y las rosas son por mi vieja y mi abuela. Ah, también tengo tatuado un ángel que va relacionado con mi vieja y con mi otra abuela, la paterna, pero más para el lado de mi abuela.
-¿Cómo es la historia del ángel?
-Es una historia medio particular. Estaba viendo tatuajes para hacerme, le mostré a mi papá el tatuaje de un ángel que simplemente me gustaba y me dijo: “¿Por qué te gustó ese ángel? ¿Sabés su historia?”. No lo sabía y me contó que cuando falleció su abuela, o sea mi bisa, mi viejo fue al departamento a vaciarlo y en el cuarto de mi abuela, que estaba cerrado y con la persiana baja, de repente un atrapasueños con el ángel que tengo tatuado empezó a moverse. Estaba colgado, no había corriente de aire y los ángeles empezaron a girar sin parar. Para él fue muy fuerte, mi abuela estaba muy vinculada al tema de las energías, lo vi, me gustó mucho y al saber la historia, me lo hice. Por algo me había llamado tanto la atención. Es por mi abuela paterna, que también se llamaba Teresa.
-¿Qué rol ocupó tu papá en la despedida de tu mamá?
-Ellos estaban separados hacía mucho. Fue cuando yo tenía tres años. Sin embargo, siempre se llevaron muy bien y compartimos muchos momentos a lo largo de los años. Cuando mi viejo venía de España por mi cumpleaños o algunas vacaciones, siempre se quedaba en nuestra casa y estaba todo bien con mamá. Tenían una relación muy linda, se respetaban mucho y hablaban re seguido. Tengo recuerdo de ellos dos separados pero siempre conectados. Papá me acompañó muchísimo en la despedida de mamá.
La entrevista completa con Nacho Castañares está en la edición digital de julio de revista Pronto, se puede descargar y leer de manera gratuita haciendo click en este link