En el último trimestre de 2021, el ámbito del espectáculo y deportes vivió un suceso muy hablado. El reconocido exfutbolista y técnico, Fernando Gago, casado con la anterior tenista Gisela Dulko, se vio envuelto en un affaire con Verónica Lafitte, íntima amiga de su entonces esposa.
La situación se complicó aún más cuando Gisela Dulko descubrió a su marido con Verónica en su hogar ubicado en Los Castores, Nordelta, donde residían junto a sus tres hijos: Antonella, Mateo y Danielle.
La relación entre Fernando Gago y Verónica no era reciente; se inició cerca de dos años atrás. Ambos se conectaron a través de un grupo de WhatsApp para padres, dado que sus hijos concurrían a la misma institución educativa. Tras el revuelo causado, Dulko optó por cambiar a sus hijos a un colegio en San Isidro.
Luego del bochornoso episodio, Gago y Verónica Laffitte decidieron terminar con sus anteriores compromisos y asumir públicamente su romance. Este hecho se sumó a la reciente desvinculación de Gago del club Aldosivi de Mar del Plata, marcando un giro en su carrera deportiva.
Actualmente, la relación entre Fernando Gago y Verónica Laffitte se ha consolidado al punto de planear su matrimonio. Han compartido la feliz noticia en redes sociales e incluso han indicado a sus amigos dónde hacer sus regalos nupciales en una tienda de renombre.
Yanina Latorre comentó en LAM: “Las cosas que le hizo a Gisela Dulko… Yo no hablé con Gisela, le escribí y me clavó. Pero yo quiero que se siente acá a contar la historia que yo tengo porque debe tener todavía más datos. Las cosas que le hizo”.
“Ellas entrenaban juntas en la casa de Dulko y Gago porque tenían gimnasio. Ella iba diosa, divina, mona y se levantó al marido in situ, en la casa. Se lo empieza a empomar”, continuó la panelista. “A él le llena la cabeza en contra de Gisela y a Gisela en contra de Gago. Le decía a ella que tenía un bulo donde llevaba chongos y lo cagaba al marido, y le decía si no quería que se lo prestara. Como Gago viajaba mucho y trabajaba en Mar del Plata, iban a comer a restaurantes. Capaz que Gisela iba al baño y cuando volvía había dos o tres tipos en la mesa, la hacía filmar en esa situación y se la mandaba a Fernando Gago, para que Gago creyera que estaba con alguien”, continuó.
“Una locura. Yo digo que la familia la rompe cada uno, pero ella contribuía a enloquecer. Encima Gago la psicopateaba, llegaba a la casa y la puteaba diciendo que tenía una amante. Era para que se separara”, cerró