Hace tan solo una semana, falleció Mariano Caprarola, quien sufrió una insuficiencia renal, producto de cirugías que se hizo en el pasado. Una de ellas se la hizo Aníbal Lotocki, quien fue íntimo amigo suyo. El productor de moda contó antes de morir que hay una persona que protege al cirujano, que al día de hoy sigue libre a pesar de las múltiples denuncias de expacientes que recibió en la Justicia.
"Me operé con un asesino. Yo fui un ignorante. Yo tenía una amistad con él. Perdí la relación con él cuando lo llamé y le dije 'me inyectaste muerte, sos un hijo de p...'. Él no me cobró, no le cobra a nadie. Si yo digo el nombre de quien lo protege, termino en una zanja. Es un hijo de p... como él. Tengo miedo porque me va a pasar algo. Yo agarro la Panamericana todos los días para irme a mi casa y cuando paso por abajo del puente, siento que me van a hacer mier... Yo en una caja de seguridad del banco tengo el nombre de la persona. Si me pasa algo, está anotado ahí", contó Caprarola semanas atrás.
"Si yo hoy digo quién es su protección terminó en un zanjón muerto. Pero lo protegen y mientras lo sigan protegiendo son dos los hijos de p..., el que lo protege y él. ¿Quién lo protege? No podría decirlo porque tengo una madre de 91 años y quiero que me disfrute un poco más y terminaría un zanjón muerto", agregó.
Tras varios días de dolor, Fady, la madre de 92 años del productor de moda, decidió hablar y en diálogo con Revista Gente, contó cómo atraviesa este desgarrador momento: "Tengo 8 nietos y 4 bisnietos. Van a venir seguido a comer asado para estar juntos y acompañarnos. Eso vamos a lograr: tener a la familia reunida. A Mariano lo tengo acá. Fuimos a buscar las cenizas y está conmigo al lado de sus 'chicas'. Él tiene, o tenía, tres estatuillas de vírgenes. Cuando se iba a trabajar o volvía a su casa les decía 'Hola, chicas'. Entonces pensé que era el lugar más indicado para poner la urna. Creo que era lo más lógico que estuviera con 'las chicas', ¿no?".
Acto seguido, contó cómo era la relación con su hijo: "La preocupación de Mariano era que yo no dejara de atenderme. Él siempre me preguntaba cómo estaba y si me dolía algo. Estaba muy pendiente de mí y de mi salud. Tenía una desesperación por tener una mamá de tantos años y pensar que me podía pasar algo. En una de mis casas teníamos cámaras, entonces él espiaba si yo ya me había acostado o qué estaba haciendo. Creo que Dios dispuso esto para evitar que yo me vaya antes que él y que Mariano no sufriera mucho. Él me decía: 'El día que no estés, me voy atrás tuyo'. Me hacía mal, pero me lo decía siempre".
"El 12 de agosto fue el cumpleaños de mi hijo. El 13 es el de mi nieta y el 14 era el de mi marido. Alejandro, mi hijo mayor, cumplía el 4 de agosto. Todos el mismo mes. Perdí al mayor y al menor. Pasó en diferentes años, pero es lo que me tocó. El día de su cumpleaños fuimos al mediodía a una parrilla a la que íbamos siempre. Cuando nos íbamos, el dueño nos invitó la comida. Rápidamente los que estaban en las otras mesas lo vieron y se empezaron a sacar fotos con él. Sinceramente, me da orgullo", afirmó, emocionada.
Luego, habló de sus últimos momentos con el productor: "La última cena con Mariano fue muy linda. Los motivos son sencillos, él es fanático de los animales y en la mesa de al lado había una pareja con un perro bulldog inglés. Mi hijo se tiró al piso y jugaba como si fuera su mascota. Lo pasamos bárbaro".
También, Fady explicó cómo se tomaba Caprarola su problema de salud: "El quería solucionar los problemas de salud que tenía por lo que le había hecho este señor... También estaba muy preocupado por la salud de Silvina Luna. Él la quería mucho y le afectaba un montón la situación de ella. Él sufría muchas molestias físicas, pero Mariano jamás quiso tomar acciones legales".
Por último, la mujer reveló que con su hijo compartían una misma pasión: "Me llevaba mucho a ver obras de teatro, nos encantaba compartir ese plan. La última que vimos juntos fue Tootsie, con Nicolás Vázquez. Fue muy buena obra. Semanas atrás habíamos ido a ver Matilda, el musical. También íbamos mucho a cenar al local de un amigo de él que hace sushi. Él siempre me decía: 'Mamá, quiero que salgamos. No quiero que estés siempre metida adentro de la casa'. Él me insistía mucho en eso".