Patricia Sosa es una de las grandes cantantes de la historia de la música argentina. Figura de inspiración para muchas mujeres en los años 80s, en el último tiempo sorprendió con diversas facetas -muy alejadas de lo artístico-: se lució como cocinera en MasterChef Celebrity, donde enamoró al público con su talento para la cocina y también se convirtió en una referente espiritual, con sus variadas expereriencias paranormales.
En los últimos días, previo a su gran concierto en el Luna Park el 11 de agosto, Patricia Sosa habló a fondo de una misión muy importante que le fue encomendada. Una de las anécdotas que más relató públicamente es la vez que se encontraba cantando en el Teatro Gran Rex y sintió que una luz atravesaba su cuerpo e iluminaba a ciertas personas del público. "Cuando tuve esa revelación, de ver luz entrando por mi cabeza, me di cuenta de que yo solo tenía que cumplir una misión: comunicar y otorgar. Eso me cambió la vida”, dijo a Gente.
Luego, detalló: "El 22/02/2022, me llaman para una misión que fue tremendamente maravillosa. Era terminar de abrir un portal para entrar definitivamente a la cuarta dimensión. A mí me convocó un maestro que se llama Matías De Stéfano y me dijo que él tenía que ir a Egipto pero que el portal solo se podía abrir con la vibración de las voces. Entonces me pidió mi currículum para hacer un recital en medio de las pirámides, porque para hacer una cosa así tenés que tener una carrera que te avale. Finalmente, mi voz pudo contribuir para eso. Mi misión no es cantar y que me aplaudan, es mucho más grande".
En el mismo diálogo, Patricia Sosa confesó tener conversaciones con "los descarnados"-como los llama ella-, es decir, con las personas que ya no se encuentran en el plano terrenal. En ese contexto, contó: “Cuando me duchaba, hablé con Gerardo Rozín porque entramos en la cuarta dimensión y el más acá y el más allá están muy cerca. Estamos conviviendo con seres espirituales. Yo le decía: ‘Los de acá estamos tristes, pero me contaron que ahí es fantástico, ¿en qué paisaje estás? Mandame alguna señal’. Yo le hablé porque siempre recibimos señales”.