Silvina Luna falleció ayer a sus 43 años, estaba internada desde hacía tres meses por una hipercalcemia y una insuficiencia renal crónica en el Hospital Italiano. Las condiciones de su salud se habían deteriorado considerablemente y tenía que estar conectada a los aparatos médicos, para poder vivir. Su deceso ocurrió a las 13 y estaba junto a su hermano Ezequiel Luna, quién la acompañó desde que ingresó al Sanatorio. Hace pocas horas, sus amigas más íntimas, revelaron cómo fueron sus últimos días.
"En el último tiempo en la internación no podía moverse, así que solo podíamos ponerle pelis, le gustaba que le pongamos a Luis Miguel de fondo, o alguna meditación", contó Eugenia, una de sus amigas en A la Barbarossa.
"Era muy fuerte verla así, tirada, en el último tiempo no aguantaba más. Con el tiempo se empezó a rendir, lo dio todo, a lo último con lo poco que podía hablar, decía que no aguantaba más, se preguntaba mucho por qué estaba pasando por eso", agregó Eugenia.
También otra de sus amigas, relató cómo fue compartir las últimas horas con Silvina Luna: "Fueron terribles sinceramente, fue terrible ver su agonía, su dolor, ver que su cuerpo no le funcionaba y que no podía avanzar. Fue tremendo ver que no podía salir de ahí, la verdad es que no se lo deseo a nadie. Silvina fue una luchadora hasta el último momento, nos miraba, y nos decía, 'la tengo difícil, pero seguía pidiendo por favor que la ayudemos a hacer ejercicio, a levantarse, ella quería salir de ahí, quería vivir" relató Analía, otra amiga de la modelo.
"Los últimos días se daba cuenta que no podía más y lloraba, pensaba en todo, y llegó a decir que quería trascender, que ya no aguantaba más estar en ese cuerpo enfermo", agregó Analía.
Luego, las amigas se refirieron al rol de Ezequiel Luna, el hermano de Silvina, y cómo la acompañó: "La verdad que fue duro, y la decisión la tomó su hermano, para él fue muy triste. El amor con el que la trató todo el tiempo, el cariño con el que la manejaba, le daba de comer, las palabras de aliento, la fuerza que le ponía, es admirable. Ella lo amaba profundamente y todo el tiempo pedía por él, todo el tiempo quería estar con él. Nosotras estábamos a veces para reemplazarlo, porque él ya no tenía vida".