Diego Leuco cubre el programa matutino semanal de Luzu TV con Antes Que Nadie. Justamente, en algunos de sus ciclos en streaming, suele contar historias de su vida, al igual que sus compañeros, y en esta ocasión recordó una anécdota que sucedió en Dubai.
El conductor confesó que hace un año y medio, se fue de vacaciones al exterior y sufrió una estafa después de alquilar una Ferrari, auto de alta gama con el que soñaba conducir.
"Unas vacaciones me fui a Dubai y dije: 'Me voy a dar todos los gustos'. Estaba obsesionado con que, alguna vez en mi vida, quería manejar una Ferrari", expresó en principio el comunicador mientras sus compañeros lo escuchaban atentamente.
En ese sentido, tras aclarar que todo se encontraba a un precio muy alto, continuó: "En un momento, caminando por las calles de Dubai, me encuentro una Ferrari estacionada en la puerta de un shopping".
Ante esto, contó que negoció con el dueño y finalmente logró cumplir con su objetivo: "Le di mi pasaporte, yo pensando que iba a anotar unos datos, pero lo guardó en el cajón. ¿Cómo podía dejar mi pasaporte a un señor que no conozco? Estoy loco. Pero di media vuelta y me subí a la Ferrari".
Notoriamente indignado, explicó que la pesadilla comenzó cuando devolvió el vehículo: "Cuando revisaron la Ferrari, no tenía nada. Al otro día, cuando la fui a devolver, el dueño mandó a un flaco a verla. Volvió y me dijo que estaba rayada".
"¿Sabés cómo la cuidé? Era como abajo del chasis, una parte que va contra el suelo, que obviamente está rayado. El tipo tenía el video mío revisando la Ferrari y una foto mía justo pasando por ese lugar", recordó sobre las pruebas que tenía el dueño del auto.
Sobre la desopilante cifra que le pidió el árabe, reveló: "Dos mil dólares me decía. En un momento de enojo, le dije que no y le pegué a la mesa, y se rompió un pedacito. Me dijo que iba a llamar a la Policía y yo me puse a llorar ahí. Le dije: 'Es mucho dinero en mi país'".
"El llanto no le generó nada. Arreglé pagar mil dólares. Lo pagué con tarjeta y me devolvió el pasaporte. Cuando llegué a la Argentina, llamé al banco, conté la estafa y dije que desconocía la compra", agregó sobre lo que hizo para lograr que no lo terminen estafando.
Sin embargo, en el final de su relato, Diego Leuco manifestó que igualmente tuvo que pagar la deuda: "A los cuatro meses, me llegó una carta en árabe y al banco también. Lejos de haber hecho un negocio con la tarjeta, perdí, porque hasta que tuve que pagar, en la Argentina subió todo un montón y lo pagué mucho más caro".