En mayo del año pasado, Luciana Salazar denunció en sus redes sociales que fue estafada. Con sorpresa e indignación, la modelo relató lo sucedido a través de sus historias de Instagram y contó cómo descubrió esto.
La bailarina se enteró que en la cuenta de fans de su hija Matilda, con más de 100 mil seguidores, ya no tenía más fotos de la niña menor. Cuando se comunicó con ese perfil, supo que la cuenta había sido vendida en dólares a un hombre de Lincoln.
En esta ocasión, en las últimas horas, Luciana contó mediante su cuenta de Instagram que fue víctima de un intento de estafa virtual. La modelo explicó que le habrían intentado hackear su WhatsApp y contó cómo se comunicaron con ella.
Según informó la influencer, el estafador usó una de las estrategias más conocidas del ciberdelito: pedir un código de seis dígitos. Si Salazar hubiera otorgado esos números, el hacker hubiera podido tomar el control de sus chats privados y sus contactos.
"Anteayer intentaron hackear mi WhatsApp. Mmmmmm por suerte tengo todo protegido y con doble verificado. Conmigo no van a poder. Sigan intentando", comenzó relatando la madre de Matilda en sus redes sociales.
En ese sentido, continuando con su mensaje contra el presunto estafador, alertó a sus millones de seguidores para que estén atentos si les sucede algo parecido: "Cuidado cuando te piden que les mandes un código, porque si se los mandás, ahí caes".
Luego, en otra historia, compartió la conversación que tuvo por WhatsApp con la persona que habría intentado estafarla. En la captura de pantalla que mostró, ella tenía agendado al número como "Graciela Psicóloga" y daría a entender que la mujer habría sido víctima de esta misma estafa.
"¿Estás Lu?", le preguntó el presunto hacker. Con duda, Luli le repreguntó: "Hola ¿Quién sos?". "Hola Lu, soy Graciela", respondió el delincuente. Como si nada, Luciana agregó: "Hola, ¿cómo estás?".
"Bien. Lu, te envié por error mi código a tu número. ¿Si te llega me avisás? Lu...", contestó el supuesto estafador, intentando lograr su objetivo. Sin embargo, Salazar se dio cuenta de su rápida jugada y enseguida bloqueó al contacto.