En las últimas horas, Luciana Salazar contó a través de sus historias de Instagram que fue víctima de un intento de estafa virtual a su WhatsApp. Según contó la actriz y modelo, el estafador usó una de las estrategias más conocidas de los hackeos: el pedido de un código de seis dígitos.
En una historia de Instagram, Luciana Salazar relató: “Anteayer (por el martes) intentaron hackear mi WhatsApp. Mmmmmm por suerte tengo todo protegido y con doble verificado. Conmigo no van a poder. Sigan intentando”.
Luego de ese impactante mensaje, alertó a sus casi dos millones y medio de seguidores para que no caigan en la trampa de la estafa virtual y estén atentos. “Cuidado cuando te piden que les mandes un código, porque si se los mandás, ahí caes”, escribió.
En otra historia, mostró la conversación que tuvo por WhatsApp con la persona que intentó hackearle la cuenta y robarle los contactos. En la captura que compartió se puede ver que ella tenía agendado a ese número como “Graciela Psicóloga”, por lo que se entiende que su terapeuta fue hackeada. “¿Estás Lu?”, le preguntó el criminal virtual. Ella le respondió: “Hola ¿Quién sos?”.
“Hola Lu, soy Graciela”, le respondió el o la delincuente. “Hola, ¿cómo estás?”, le preguntó la mamá de Matilda, muy amablemente. Acto seguido, el hacker hizo su jugada: “Bien. Lu, te envié por error mi código a tu número. ¿Si te llega me avisás? Lu...”. Rápidamente, Luciana Salazar se dio cuenta de que querían entrar a su WhatsApp y bloqueó el contacto.
Esta no es la primera vez que Luli sufre una estafa virtual. Hace algunos meses, denunció una estafa en redes sociales cuando descubrió que la cuenta de fans de su hija Matilda, con más de 100 mil seguidores, ya no tenía fotos de la nena de cuatro años. “¿Qué pasó? ¿Dejaste de ser del fans club de mi hija y te quedaste con sus seguidores?”, consultó con un mensaje directo.
Fue así como se enteró de que el perfil había sido vendido en dólares a un hombre de Lincoln. Esta persona le aclaró que no sabía a quién pertenecía el perfil y le pidió disculpas por el disgusto.