La faceta más conocida de Antonio Grimau es la del actor que logró hacerse de abajo y triunfar en todo lo que se propuso. Sin embargo, detrás de ese hombre exitoso hay una dura y triste historia de vida que le hizo todo cuesta arriba desde que tenía sólo 12 años.
El reconocido actor nació y se crió en Remedios de Escalada junto a su madre, que se desempeñaba como ama de casa, su padre, que era carnicero, y sus 5 hermanos. Sin embargo, cuando él tenía 12 años su vida dio un vuelco acompañado con varias desgracias.
Sucede que algunas enfermedades se hicieron presentes en la familia y produjeron que en 7 meses su padre falleciera al igual que dos de sus hermanos. El dolor ante las pérdidas provocaron también la pérdida de su madre por la tristeza. En medio de esta dolorosa situación Antonio Grimau quedó al cuidado de Rolando, su hermano mayor.
"Yo creo que fue un instinto aferrarse a la vida. La introversión era mi gran característica. Mucha necesidad de ocultar tanta tragedia. Pensaba que era humillante revelarlo. Me daba miedo decirlo", confesó en una nota tiempo después.
Fue así como a esa corta edad el actor debió salir a trabajar para poder ayudar a llevar un plato de comida a su hogar. Por lo que las changas eran moneda corrientes en su vida. Entre las más destacadas se encontraban trabajos en una fábrica de pastas, una zapatería y también como peón de obra, entre tantas otras.
Todo esto, mientras continuaba con sus estudios y tenía latente el deseo de convertirse en actor. Es por eso que a los 16 años, cuando vio un anuncio en la calle que indicaba que estaban buscando gente para integrar un elenco. Para su fortuna, quedó en la obra, aunque no tenía letra su papel. Sin embargo, le sirvió para comenzar a forjar su camino.
De esta forma y con pequeños escalones, Antonio Grimau fue subiendo hasta la cima. El gran beneficio económico para él y su familia se dio recién cuando se dio su llegada a la tele. “El primer laburo que me dio una renta fue Un cachito de vida. Hugo Moser buscaba un actor para una tira nueva, y yo hacía dos años que dejaba fotos en los canales y nada”, contó respecto a su insistencia.
“Yo vivía a dos cuadras de Canal 13. Me hizo una prueba de cámara. De frente, contento, de perfil, triste. Me aprobaron y recibí el primer sueldo importante. ‘Cambiate de camisa, venís siempre con la misma’, me decía Moser. Yo no tenía otra. Ni otro jean. Y Hugo me hizo un cheque para que pudiera comprarme ropa”, reveló sobre lo complicada que era su situación hasta ese entonces.