Los 8 escalones nació como un programa de entretenimientos, pero muchas veces se entrelazan las historias de vida que se ganan un lugar preponderante. Actualmente, el ciclo que conduce Guido Kaczka reparte 3 millones para el que completa el juego, y mucha gente va porque necesita ese dinero por temas de salud o saldar deudas.
A fines de abril se presentó Mariano Cáceres, que contó que su familia es de un pueblito de Santiago del Estero, pero que estaban en Buenos Aires porque le estaban haciendo un tratamiento oncológico a su hija Agustina Cáceres. Dijo que se anotó para poder costear los gastos del tratamiento y la estadía.
Cáceres ganó tres juegos consecutivos, pero cuando tuvo que volver para competer por los 12, faltó a varios programas consecutivos. Llegó un momento en el que Kaczka contó que la nena estaba complicada, pero Mariano tenía su lugar asegurado para cuando pudiera ir. Finalmente fue, y perdió. Pero nadie le sacó los 9 millones, a los que le dio un uso que le generó paz.
En las últimas horas se conoció que, lamentablemente, Agustina falleció. Tras una larga batalla, el domingo pasado su corazón dejó de latir. La nena estaba muy ilusionada con su fiesta de 15, la que finalmente sus padres le pudieron hacer. El cumple fue el 14 de julio, y la nena estuvo bien rodeada de amigos y familiares.
“Era lo que ella más quería, y nosotros como papás, también. Ella eligió el vestido, eligió el color y todos sus familiares, amigos y compañeros de colegio estuvieron ahí”, le contó Mariano a TN.
Sobre el destino que le dio al premio, contó: “Durante todos estos años me pregunté cómo íbamos a hacer para pagar, en el mismo año, el cumpleaños de 15 de Agus y el viaje de egresados de Lara (su hija mayor). Fuimos juntando plata de a poco, pero estaba difícil llegar. Gracias al premio que gané en Los 8 escalones, pudimos lograrlo”.
Por otro lado, contó que a Agus le descubrieron la enfermedad cuando tenía 10 años. Se le caía el párpado, y primero le dijeron que tenía ampliopía, enfermedad conocida como ‘ojo vago’. Pero todo fue empeorando, así que la trasladaron al Garrahan, donde finalmente le descubrieron el tumor que terminó con su vida tras 5 años de intentarlo para que salga adelante.
“Nadie está preparado para despedir a un hijo. Si bien había muchas cosas que indicaban que podía pasar lo que finalmente pasó, uno nunca imagina un desenlace así. Nos quedará aprender a convivir con este dolor. Hay que fortalecerse por Lara y Facundo -su hijo menor, de 7 años-, por mi señora, mis padres. Agus siempre será la luz de mis ojos”, cerró Mariano Cáceres.