La despedida del 2023 fue muy diferente a lo que María José Favarón estaba acostumbrada. Lejos de las lujosas fiestas en la mansión de Vicente López, donde organizaban cenas multitudinarias, chapuzones en la pileta y karaoke, la esposa de Anibal Lotocki recibió el año en silencio, triste y rodeada de unos pocos amigos.
El sábado 30 de diciembre, se acercó al complejo penitenciario número 1 de Ezeiza para visitar a su marido, que permanece detenido desde octubre de este año. Entre otras cosas, le acercó algunas regalos para que tuviera una cena especial con sus compañeros de pabellón. "Le traigo la gaseosa que es la que me dejan entrar y varias cosas que te permiten traer como excepción, porque son fechas especiales: confituras, sandwichitos y carne".
Además, la esposa del médico explicó: "A Anibal le gustan los mariscos pero no me dejan traerlos. Yo le armé varios tuppes, cociné anoche porque hay que cumplir con un montón de requisitos. Por ejemplo, la carne tiene que estar cocida sólamente con sal, no puede tener condimentos ni salsas. Si querés sumar verduras, tienen que estar por separado: papa por un lado, zapallo por otro y asi".
Y cerró: "Él es el amor en mi vida, lo amo, no le voy a soltar la mano jamás. Es el bien más preciado que tengo, su amor y su compañía".