Soledad Aquino se prepara para la boda de su hija Candelaria "Cande" Tinelli con Coti Sorokin, luego del duro momento de salud que transitó y que la llevó a estar internada para recibir un trasplante de hígado. Hoy puede contar lo que vivió y está muy feliz y agradecida con Dios.
"Yo estaba ahí y mecía 'yo no me puedo ir ahora, yo tengo que ver a mis hijas casarse, tengo que ver a mis nietos, no es mi momento ahora'. Te juro que lo pensaba todo el tiempo, 'no es ahora'. Las veía entrar y decía y decía 'tengo que vivir el futuro de estas chicas, no las puedo dejar ahora, no me puedo perder las cosas que faltan vivir'. Miro esto y digo Gracias Dios, se pudo hacer uno de mis sueños realidad", confesó en Socios del Espectáculo (El Trece) sobre poder estar presente en la boda de Cande Tinelli y Coti Sorokin.
Y agregó aún conmovida: "Es fuerte para mí y me removió el alma. Fue copado. Se te puede cumplir un sueño material pero un sueño así como el casamiento de tu primer hijo que se casa no se puede comparar con nada".
Soledad Aquino se confesó muy creyente en Dios, la Fe la ayudo a estar viva. "Yo le agradezco a Dios que fue el que me trajo de nuevo acá, a estar sentada frente a vos", remarcó ante el cronista del programa de Rodrigo Lussich y Adrián Pallares.
"Cada minuto tomo conciencia de que estoy haciendo algo y digo 'estoy acá' cuando no podía ni levantar el celular y volví a tener músculo, fuerzas. Es increíble. Es un milagro", relató emocionada la ex mujer de Marcelo Tinelli.
Aquino se refugió "en las chicas, en mis hermanos que son impecables, primos, amigos". "La contención de todo el mundo es clave, la gente me acompañó muchísimo", agregó.
Sobre su salud, Soledad dijo "estoy bien, a veces se descompensan las cosas porque me han dado una medicación que me baja las defensas para que mi organismo acepte al hígado, yo estoy inmuno suprimida. Yo igual me mentalicé y no me voy a agarrar nada" y destacó que no tiene esa "mentalidad hipocondríaca" por tener una estado sensible.
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