Brujas se convirtió en un clásico del teatro argentino y después de 33 años, se sigue presentando con un éxito arrollador. Actualmente está en el MultiTabarís de la calle Corrientes con el protagónico de cuatro de sus actrices originales: Nora Cárpena, Thelma Biral, Moria Casán, Graciela Dufau y el lugar de Susana Campos lo ocupa con solvencia María Leal.
Entre las actrices se llevan muy bien y en especial Nora Cárpena contó cómo fue que ella le propuso a su marido, Guillermo Bredeston, que convocara a la Casán cuando estaban armando el espectáculo, allá por los 90. "A mí se me ocurrió, un día mirando en televisión a Moria haciendo una nota con Lucho Avilés, que ella podría hacerlo. ´¿Por qué no Moria Casán?´, le propuse a Guillermo y como él había trabajado mucho con Moria en la revista ya que la había tenido contratada como figura en el Tabarís, me respondió: ´¿Te parece?´. Recuerdo que le contesté: ´El no uno lo tiene de antemano, vayamos por el sí´. Entonces, Bredeston se lo propuso, Moria un poco se sorprendió porque pensó que le tocaba un papelito cómico dentro de una obra con grandes actrices pero finalmente aceptó y Brujas cambió un poco su carrera", confió Cárpena a Pronto.
-Moria siempre lo reconoce.
-Sí y lo digo porque ella lo dice siempre. Moria entró para demostrar lo que era como comediante. Es una estupenda comediante. Te puedo asegurar que a través del tiempo Moria ha crecido enormemente. Estaba muy graciosa cuando estrenamos Brujas y se llevaba el aplauso de la parte cómica de la obra porque Brujas tiene partes serias y otras graciosas. Al cabo del tiempo, hoy ves el trabajo de Moria y es notorio lo que ha crecido como actriz. Es una artista que cuando se planta y habla en serio, transmite una emoción que deja a la platea con la boca abierta y hasta se les llenan los ojos de lágrimas. Puede tocar todas las cuerdas y lo demostró fantásticamente en Brujas. Le tengo mucho cariño, respeto y admiración, como al resto de mis compañeras.
-¿Cómo logran convivir sin que choquen sus egos o que haya competencia?
-Creo que cada una tiene su momento en la obra. Somos mujeres grandes y, además, gente inteligente. Nos interesa hacer la obra y cada una tiene su lucimiento. Tengo mi momento de lucimiento que no me lo opaca nadie. Mis amigas se quedan mudas cuando me toca el monólogo y lo mismo con el resto de mis compañeras. Cuando es el momento de cada una, todas bajan la cabeza y respetan la situación, miran y siguen la acción sin hacer una pequeña mueca. Es como un pase de toreros: uno le extiende la capa para que ese se luzca. Y las otras cuatro le extendemos la capa a la que está en ese momento manejando la escena. Y después están las escenas de conjunto, donde todas opinamos y hablamos, con nuestros bocadillos. La obra ha ido mutando y de la mitad en adelante, hablamos de temas más actuales y nos reímos de nosotras mismas. Una cosa era Brujas cuando teníamos 40 años y otra cosa es ahora, que algunas ya tienen 80 y a mí me falta muy poquito.
En medio de tanta historia compartida, Cárpena debió afrontar la muerte de Bredeston y fue Moria quien le dio trabajo en un momento muy triste de su vida, cuando la convocó para formar parte del panel de Incorrectas, por América. "Para mí, que me iba a trabajar, hacía mis cosas y cuando regresaba, él estaba en casa. En ese interín, me llamó Moria para hacer su programa, Incorrectas. Fue un bálsamo", graficó Nora.
-¿Te ayudó?
-Muchísimo. Siempre dice que, como yo di su nombre en su momento para que hiciera comedia con Brujas, nobleza obliga ella me dio una mano para vivir. Porque en ese momento, necesitaba salir de mi casa. No a pasear sino a tomar aire y trabajar. Entonces, estábamos en América y como vivo cerca del canal, las horas que iba a hacer el programa eran un bálsamo: llegar al canal, charlar con otra gente, peinarme, maquillarme.
-Le diste a Moria la posibilidad de entrar a la comedia, y ella a vos de debutar como panelista, algo impensado en tu carrera.
-Totalmente. Era impensado pero prefiero decir que me dio la oportunidad de vivir porque volví a respirar. En este trabajo, yo respiraba y las compañeras que tenía eran la mayoría chicas jóvenes y eso me daba fuerza. Es como que una les chupa la energía y estaba mi amada Carolina Papaleo, a quien conozco de chiquitita porque fui tan amiga de su mamá, Irma Roy. Tuve la suerte de trabajar con Caro como actriz, que es estupenda y ahora además se acaba de recibir de politóloga en la UBA. Por favor, le ruego que sea Presidenta de la Nación. ¡Quiero tener una amiga Presidenta!
Por Nicolás Peralta
La entrevista completa con Nora Cárpena está en la edición digital de enero de revista Pronto, se puede descargar y leer de manera gratuita haciendo click en este link