Hace ya un año que Wanda Nara recibió el diagnostico de leucemia y aunque admitió muchas veces que fue un momento devastador para ella, jura que lo peor vino después.
En una entrevista reciente con el diario Clarin, recordó el día en el que Jorge Lanata le contó al mundo sobre su enfermedad y lo doloroso que fue para su familia. "Fue duro no poder decirles a mis hijos lo que estaba pasando y que lo supieran por los medios. Me hubiera gustado manejarme de la manera en que me manejo siempre con ellos", reconoció.
Wanda dijo entonces que Valentino, el mayor de sus hijos, eligió a su tía Zaira para hacer la pregunta más dura: "Mi hermana me escribió para pedirme que hablara con él porque le había mandado un mensaje terrible. Ahí me mandó la captura y se me partió el alma".
El mensaje en cuestión era fuerte: el adolescente quería saber cuántos días de vida le quedaban a su mamá. "Kenny Palacios estaba con él, me dijo que se había encerrado en el cuarto, que no comía, que no quería salir. Terrible":
Si bien Wanda inició un tratamiento de inmediato y su salud hoy está controlada, esos primeros días fueron de los peores que le tocó vivir: "Llamé a Maxi y le dije que me estaba muriendo. Mi mamá estaba destrozada, mi hermana también... Mauro lloraba y yo sólo pensaba en que quería ver crecer a mis hijos".
A pesar de todo, ella nunca bajó los brazos. Siguió trabajando y proyectando a futuro porque sabe que es una batalla que, está segura, va a ganar.