Mientras disfruta de su trabajo como conductora en La Peña de Morfi, Lizy Tagliani siempre aparta tiempo para poder hacer reflexiones sobre sus experiencias y su pasado en posteos que hace en sus redes sociales.
Con la sinceridad que la caracteriza, Lizy decidió abrir nuevamente su corazón para poder expresar junto a una fotografía de su niñez que compartió en su cuenta de Instagram la lucha que tuvo durante años para poder llegar a ser quien es hoy.
“No estaba seria, estaba planeando cómo sería mi vestido de novia cuando me case. Estaba esperando mi tiempo para que algún cirujano me ayude a desarrollar mis lolas, estaba tomando coraje porque sabía que ser mujer no era una tarea fácil, lo notaba en mi mamá, en mis tías, en doña Bernarda y en doña Herminda”, comenzó.
Luego, la artista comentó con nostalgia: “Sabía que no era simple, las mujeres de mi barrio andaban siembre de ceño fruncido como tomando fuerza para darle batalla a cada minuto de la vida”.
Además, Tagliani expresó: “Pero a las 17, como si sonará un recreo imaginario, pava de por medio o alguna cervecita en mano, el ceño se alisaba y la carcajada estallaba como si la felicidad brotara por sus bocas a pura risa”.
“Eran liberadas de algún pesar en esa hora, cada una tenía algo para contar, un logro, un chisme, una enfermedad, un novio nuevo, cualquier noticia se festejaba. Era su hora, su recreo”, detalló sobre esa época.
Por último, la conductora comentó: “Por eso es que yo sabía que algo mágico tenía que tener ser mujer. Y acá estoy, recordándolas mientras se hace la hora de que llegue mi marido del trabajo y mi hijo del jardín. No estaba seria, solo fui a quedar bien con el sacerdote, en el fondo Dios ya sabía cuáles eran mis planes. (Solo son palabras que me inspiró esta foto).
Cabe resaltar que, hace poco Tagliani mostró otra foto de su pasado en donde se la puede ver en sus comienzos como peluquera, lo cual también le provocó una emoción que quiso compartir con cada uno de los seguidores que le demuestran su amor en las redes.