Una canción puede ser exitosa, ser reproducida por millones, agotar algoritmos, convertirse en un gran negocio o en "una que sepamos todos". Una canción puede ser un fracaso, un desastre, un producto de marketing, un tema que suena solo un verano o algo que entienden los entendidos. Una canción puede ser muchas cosas pero pocas canciones logran ser mucho con pocas cosas. Y eso lo consigue "Un último vals" de Joaquín Sabina, que en apenas cuatro minutos noquea sin golpes bajos y nos da uno de esos ratos que por un rato nos salvan de la tristeza.
Con 75 años y mucha vida vivida, Sabina comienza a despedirse de los escenarios, pero como el gran artista que es no se irá silbando bajito sino con una gira a la que llamó "Hola y adiós". Antes de que su "jeta no salga más en los diarios ni los novios bailen ya "Noche de bodas", como dicen los primeros versos de "Un último vals" lanzó un video homenaje a las personas que formaron y forman parte de su vida. Invito al lector a verlo antes de seguir con esta nota y tratar de descubrir "sin repetir y sin soplar" quiénes aparecen.
El video se grabó en el bar del hotel Thompson que queda en Puerta del Sol. A medida que Sabina canta van entrando poco a poco, y a modo de homenaje, como si fuera un funeral por adelantado, una pléyade de amigotes para tomarse una última copa con el protagonista. Primero aparece Leiva, luego Joan Manuel Serrat que le da unos de esos besos que todos merecemos recibir aunque sea una vez en la vida.
Luego se van incorporando Ricardo Darín, Benjamín Prado, José Tomás, Andrés Calamaro, Luis García-Montero, Ariel Rot, Jorge Drexler, Afo Verde Alejo Stivel, Juan Gabriel Vásquez. Entre tanto señor y en segundo plano aparecen algunas mujeres: su pareja Jimena Coronado, y las hijas del cantante, Carmela y Rocío. Y como gran final se lo ve brindar en la distancia con el difunto Javier Krahe, con quien Sabina empezó a labrarse un nombre con La Mandrágora. Krahe, conocido por usar la ironía y la comedia en sus canciones y que falleció en el año 2015 aparece gracias a la Inteligencia Artificial.
El video está lleno de guiños del universo "sabinero". José Tomás, es un torero y una especie de Indio Solari para la tauromaquía. Jimena, la pareja de Sabina le donó sangre cuando Tomás quedó gravemente herido al ser corneado durante una corrida. Los argentinos ocupan un rol clave y casi que mayoritario con la presencia de Darin, Calamaro, Rot, Stivel, Afo Verde. También es clave la dirección de Fernando León de Aranao que durante trece años siguió el músico para realizar un documental sobre su vida. "La escena comienza como un soliloquio machadiano y termina como una celebración. Y es que la canción es también un reconocimiento, una declaración de amor, un homenaje a esa persona que siempre está cuando la necesitas. Se trataba de visualizarlo, de transformar en imágenes la emoción y el sentido de la canción, y eso hicimos: poco a poco, como en un goteo, a Joaquín se unen alrededor de esa barra amigos, compañeros de viaje, familia, gente querida. Le escuchan cantar. Y al hacerlo, le acompañan, le rinden un callado homenaje", explicó el director sobre el videoclip según publica el diario El Mundo.
Su nueva canción funciona como anticipo de la despedida de Sabina de los escenarios. Sus seguidores y admiradores podrán verlo en el Movistar Arena entre el 2 y el 16 de abril de 2025 para el tramo de la gira en Buenos Aires. Si alguno dudaba entre ir o no será imposible conseguir entradas ya que están completamente agotadas.
"El último vals" parece despedida pero es un brindis, en este caso y de modo literal también es un canto a la amistad y a la vida. En tiempos donde, como dice la canción, muchos somos "cinturón negro de pesimismo", Sabina nos recuerda que siempre habrá gente dispuesta a "rescatarme de las llamas" y poner "paz en mi ciudad sin ley". Con ellos brinda Sabina y con ellos brindamos nosotros. Porque "Cuando los amantes hagan huelga general" no estaría mal ser un rompehuelgas. Pero "cuando cierren las cantinas y se baile reguetón en la oficina" siempre queda escuchar a Sabina y brindar por eso.
Letra completa
Cuando no salga mi jeta en los diarios
ni los novios bailen ya “Noches de Boda”,
cuando sólo esté de moda si me caigo otra vez del escenario.
Cuando el otoño esté más loco que una cabra,
cuando cenes en el bar del hospital,
cuando ensayen los colegas las palabras que dirán el día de mi funeral.
Cuando no sepa la orquesta la canción que te escribí,
cuando las casas de apuestas no den un euro por mí,
cuando cierren las cantinas y el laurel de mi corona sea de espinas…
Aún voy a guardar un último vals para ti.
Tú que corriste a rescatarme de las llamas,
tú que pusiste paz en mi ciudad sin ley,
tú que aprendiste en mis electrocardiogramas
que hace tiempo que no sigo siendo el rey.
Yo, que soy cinturón negro en pesimismo,
que me fundo en cuatro copas el jornal,
que prefiero ser cualquiera a ser yo mismo,
que prefiero ser Don Nadie a ser Don Juan.
Cuando la luna se esconda para no verme sufrir,
cuando en mis noches de ronda ni Leiva me pida un bis
y guarde luto la nieve, y no salgan las estrellas cuando deben.
Cuando ciertas mañanitas no me pueda ni vestir,
deshojando margaritas que nunca dicen que sí,
cuando agonicen las flores y los pájaros padezcan mal de amores…
No olvides guardar un último vals para mí.
Cuando enmudezcan por decreto los cantantes
y los amantes hagan huelga general
y los mejores estudiantes se doctoren con honores
en el arte de ignorar.
Cuando no sepa la orquesta la canción que te escribí,
cuando las casas de apuestas no den un euro por mí,
cuando cierren las cantinas y se baile reguetón en la oficina…
Aún voy a guardar un último vals para ti.
No olvides guardar un último vals para mí.