Gloria Carrá y Luciano Cáceres se conocieron en la obra de teatro Bésame mucho. En escena y fuera de ella se llevaron bien, se miraron, congeniaron, no hubo romance aunque si buena onda. Seis años después se encontraron en la obra La felicidad. Vaya a saber si el título fue premonitorio pero sus sentimientos cambiaron.
"Había una escena en la que nos teníamos que besar. Cuando nos dimos cuenta que la toma duraba mucho, ambos llegamos a la conclusión de que entre nosotros había algo más que amistad", recordaba la actriz en la edición de PRONTO de septiembre de 2008. El actor dejó su departamento en Boedo para comenzar a convivir en la casa de Carrá en San Isidro. Allí también vivía Ángela, que en ese momento tenía diez años, hija de Gloria con su pareja anterior, Marcelo Torres, hermano de Diego el cantante.
"Luciano es la persona que más cuidada y querida me hizo sentir en la vida, y eso no es poco para una mujer, es muchísimo", aseguraba la actriz. Enamorados decidieron dar un paso más y el 18 de septiembre de 2008 se casaron en el Registro Civil de San Isidro. La ceremonia tuvo una particularidad: dos juezas querían oficiar la ceremonia así que la hicieron ambas. Una se refirió al aspecto más formal y la otra pronunció unas palabras tan emotivas que logró hacer lagrimear a la pareja.
Aunque emotiva, la ceremonia también tuvo momento para la risa. "En un momento amagué a levantarme porque la jueza se puso a hablar de los hombres y de sus limitaciones, pero al final me quedé", contaba el novio con buen humor. "Pero muchas limitaciones no debo tener porque miren el bombón que conseguí", cerraba enamoradísimo. "Y yo tengo una joyita hermosa a mi lado", lo elogiaba Carrá.
El 27 de septiembre fue la boda religiosa en la Catedral de San Isidro. "El casamiento por Iglesia es un evento hermoso. Es lo más parecido a una función teatral. Estábamos preocupados por si venía o no la gente, lo único que espero es no olvidarme la letra", confesaba Cáceres antes del comienzo de la ceremonia.
"El tiempo jugó un papel fundamental en la pareja, pero no necesariamente por la extensión del mismo. Llevan once meses como novios pero hace mucho más que se conocen. Fue fundamental ese viaje a Cuba que les sirvió para terminar de descubrir que estaban hechos el uno para el otro. Incluso, según ustedes mismos me comentaron, la importancia de ese beso que se extendió apenas un segundo más y marcó el comienzo de esta relación", les recordó el sacerdote Francisco Gamboa quien ofició la ceremonia.
Para uno de los días más importantes de su vida, la actriz eligió un diseño de Fabián Zitta. Un vestido muy romántico, estilo napoleónico inspirado en la princesa Josefina. Estaba armado con capas de organiza y seda natural, el detalle original era un cinturón negro de tafetán hecho en seda natural, que la actriz acompañó con unos guantes vintage de encaje negros de los años 20 que le prestó su amiga, la actriz Fabiana García Lago.
Varios amigos famosos de la pareja dijeron presente en la ceremonia. El actor Sergio Surraco, amigo íntimo del novio, leyó algunas de las intenciones en la ceremonia. Las actrices Fabiana García Lago, Marita Ballesteros, Mirta Busnelli y su hija, Ana, Leonardo Becchini y su pareja, Ximena Fassi fueron algunas de las caras conocidos que se vieron entre los bancos de la iglesia y luego participaron de la fiesta.
Raúl Taibo fue otro de los invitados presentes. Cuando le preguntaron si él se volvería a casar contestó al límite entre el humor y el mal humor que lo caracteriza: "Dios no lo permita. Felicito a los novios pero mi caso es distinto... podemos decir etapa superada. Felicito a los novios. La pareja es hermosa, son dos divinos; además hay que tener ganas de pasar por esto. Dios quiera que sea para toda la vida".
Ángela también fue protagonista de la ceremonia. Antes de entrar a la iglesia su mamá le dijo: "¡Qué nervios, hija!" y ella le contestó espontánea. "Ay mamá, no doy más". La pequeña fue la encargada de entregar los anillos y ser la primera en saludar a los recién casados. También aplaudió muy fuerte, como todos los presentes, cuando la pareja dio el sí.
La fiesta fue en un hotel cinco estrellas de Pilar y asistieron 200 invitados. Se sirvió una entrada de bocados fríos y otra de bocados calientes. Como la pareja no quería una cena formal eligieron una gran variedad de islas con distintas opciones de brochettes, ensaladas y cazuelas. Para finalizar hubo degustación de flanes, fondue de chocolate, frutas frescas y mousse.
Los recién casados hicieron su entrada a las 23 hs. bajo el tema "Amor violento". "Lo que más queremos es festejar porque estamos juntos y eso está buenísimo", decía Carrá y volvía a dejar en claro sus deseos de ser mamá. "Con Luciano tenemos ganas de incursionar en la paternidad, así que en cualquier momento nos ponemos en campaña", ante los periodistas que cubrían la boda.
La boda soñada, una pareja enamorada y una hija en común, Amelia que nació en 2009, todo parecía ideal, pero no. En 2015 Carrá y Cáceres se separaron. Lo que podía ser solo un gran dolor se transformó en una batalla. Comenzó un divorcio complejo que casi diez años después sigue sin resolverse. Hubo reclamos por la cuota alimentaria, exigencias de compensación patrimonial y quejas por el reparto de bienes en común. Sin una solución definitiva, Carrá y Cáceres parecen haber cumplido la frase de Truman Capote que asegura "La vida es una buena obra de teatro con un tercer acto mal escrito".
Con la colaboración de Giselle Billordo