En mayo se conoció la separación de Emilia Attias y el Turco Naim y a partir de ese momento comenzaron las especulaciones. Por un lado, cuestiones económicas, que ella se habría cansado de ser la que más aportaba, de ser la que trabajaba, mientras que él no.
Hubo otras situaciones, como que también había hecho mella la diferencia de edad (él 58 y ella 37), distintas maneras de enfrentar el presente a partir de eso. Ahora, que el regresó a la Argentina (está viviendo en Ecuador), aprovecharon para cerrar el divorcio, división de bienes, y demás.
La prensa lo fue a buscar para aclarar murmullos, que confirme o aclare, pero sobresalió su actitud repudiable. Contestaciones de otra época, menospreciando el trabajo de los movileros que lo abordaron.
Por un lado, y más allá de decir que se separaron en buenos términos, soltó: “Siempre hay cortocircuitos, sino no te separas…la amo profundamente. Es Emi para mí, yo para ella soy Nani”.
Sin embargo, cuando el notero de A la tarde le preguntó por los dichos de terceros en discordia, contestó: “Son boludeces, la gente tiene una imaginación muy grosa, que causa gracia”.
Cuando le consultaron si quiere reconquistarla, interrumpió el interrogante: “No digas boludeces. No seas tan chusmeta, boludo. Te faltan los ruleros. Nosotros tenemos…primero que todo el respeto por los años que estuvimos juntos. Cero onda de todas las cosas que dicen”.
Sobre el aporte económico, mencionó: “Yo tengo dos bares, y eso es trabajo también. Dijeron que yo no trabajaba y que ella era la única que trabajaba, y eso es una estupidez, yo siempre trabajé”. Tras esa contestación, miró al notero, y soltó: “Buscate un laburo honesto”.