Tomás Ross, el recordado Cristóbal de Casi Ángeles, ha experimentado una transformación profunda desde su paso por la serie juvenil que marcó a toda una generación. A los 25 años, el actor que comenzó su carrera siendo un niño, hoy mira hacia atrás con gratitud, pero también con una mirada crítica sobre algunos aspectos de su adolescencia y su experiencia en la televisión. En entrevistas recientes, Ross ha compartido cómo su vida cambió drásticamente después de su paso por la pantalla, sus aprendizajes y las razones que lo llevaron a alejarse de los medios.
El público conoció a Tomás en 2007, cuando con apenas siete años se ganó el corazón de los televidentes interpretando a Cristóbal Bauer, el hijo de Nico Vázquez en la serie Casi Ángeles. Fue un papel que lo catapultó a la fama y que le permitió trabajar con figuras importantes de la televisión argentina. Sin embargo, a pesar del éxito, no todo fue color de rosa. "Mi vida después y durante Casi Ángeles mejoró drásticamente, no sólo en el ámbito laboral sino también en lo personal... Conocí a gente maravillosa de las que aprendí mucho", expresó Ross en una entrevista. Sin embargo, agregó que hubo momentos difíciles, especialmente durante su adolescencia, debido a decisiones que no siempre tomaban en cuenta su opinión o necesidades.
Esa fue una de las razones por las cuales decidió dar un paso al costado y alejarse de los medios convencionales en 2016. “Si bien no padecí la fama, sí hubo cosas en mi adolescencia, con mi familia, que no estuvieron del todo bien. Como esto de anular la voz de un niño con cosas que estaban ligadas a mi carrera y con decisiones que se pudieron haber tomado un poco mejor si se me escuchaba. Esta fue una de las razones por las que me alejé de los medios convencionales por 2016, más o menos... Me quise alejar de la actuación y después volví haciendo teatro. Me gustaría volver la verdad”, explicó.
A lo largo de su carrera, Tomás también participó en otros proyectos televisivos como Consentidos en 2009, Peter Punk en 2011 y La Viuda de Rafael en 2012, entre otros. En 2018, dio un giro hacia el teatro, actuando en los musicales Mauo, un amigo espacial y Barrica, dos experiencias que le permitieron retomar la actuación desde una plataforma más cercana y menos masiva. El teatro le dio la oportunidad de explorar su talento de una manera más íntima y con mayor control sobre su carrera.
Hoy en día, Ross ha encontrado un equilibrio entre su pasión por la actuación y su trabajo detrás de cámaras. "Trabajo como editor de videos de forma freelancer. Edito para ciertos influencers y algunas campañas publicitarias", explicó. Además, ha desarrollado una sólida presencia en redes sociales, donde se desempeña como creador de contenido, especialmente en el ámbito de la moda. "Soy creador de contenido en redes sociales y también trabajo con marcas tanto en mi perfil de TikTok como en Instagram", destacó.