Antonio de la Rúa, conocido durante mucho tiempo por su relación con la cantante colombiana Shakira, ha llevado una vida alejada de los medios desde su ruptura en 2011. Esta relación, que duró más de una década, no solo lo catapultó a la fama internacional, sino que también lo vinculó estrechamente con la carrera de la artista. Durante el tiempo que estuvieron juntos, Antonio jugó un rol significativo en la gestión de la carrera de Shakira, participando en decisiones estratégicas que ayudaron a posicionarla como una de las figuras más importantes de la música latina.
La historia de amor entre Shakira y Antonio comenzó en el año 2000, cuando la colombiana ya disfrutaba de un considerable éxito en la industria musical. Durante años, la pareja fue considerada una de las más sólidas del mundo del entretenimiento, mostrando una imagen de estabilidad y apoyo mutuo. Sin embargo, en 2011, decidieron poner fin a su relación amorosa. En su momento, ambos manifestaron que continuarían colaborando profesionalmente, con Antonio al frente de los negocios de la cantante.
Pero la separación fue más complicada de lo que se pensaba inicialmente. Poco tiempo después del anuncio, la relación profesional también se desmoronó y dio paso a una dura batalla legal. Antonio de la Rúa demandó a Shakira, reclamando una compensación de 77 millones de euros, argumentando que su trabajo había sido fundamental para el éxito global de la cantante. Sin embargo, la demanda fue finalmente desestimada en favor de Shakira, cerrando así uno de los capítulos más mediáticos de la vida de ambos.
Tras ese turbulento proceso, Antonio decidió alejarse de la vida pública y de los escándalos mediáticos que había acompañado su vida junto a Shakira. Se enfocó en el mundo de los negocios, especialmente en la industria hotelera de lujo, construyendo una nueva etapa profesional lejos de los flashes. En la actualidad, el ex asesor presidencial ha desarrollado inversiones en México y las Bahamas, donde ha logrado consolidar una próspera carrera en el sector turístico. Uno de sus proyectos más destacados fue la compra en 2019 de la residencia de Franca Sozzani, la recordada directora de Vogue Italia, en Marrakech. Esta propiedad fue transformada en un exclusivo hotel boutique, que refleja su apuesta por un enfoque de lujo y elegancia.
En paralelo a su vida profesional, Antonio también formó una nueva familia junto a la DJ y modelo colombiana Daniela Ramos, a quien conoció durante el difícil proceso de recomponer su vida tras la separación de Shakira. Junto a Daniela, tuvo dos hijos: Zulú, nacido en 2013 en Uruguay, y Mael, que llegó al mundo en 2016. La familia se estableció durante varios años en Berlín, Alemania, donde Antonio se mantuvo alejado de los reflectores, mientras que Daniela aprovechó para perfeccionarse en su carrera como DJ.
Sin embargo, esta nueva etapa tampoco estuvo exenta de desafíos. En 2019, Daniela Ramos confirmó públicamente su separación de Antonio, revelando que el vínculo había llegado a su fin un año antes. "Me separé hace un año, pero Antonio será siempre mi familia", expresó en ese entonces, dejando claro que, aunque su relación de pareja había terminado, el lazo con el padre de sus hijos permanecía.
Desde entonces, Antonio ha optado por una vida más discreta, lejos del protagonismo que tuvo durante sus años con Shakira. A pesar de su bajo perfil en redes sociales, se sabe que dedica su tiempo a supervisar sus inversiones hoteleras, dividiendo su vida entre Europa y América para atender sus negocios. Aunque su nombre aún resuena en los medios por su pasado junto a la cantante, el empresario argentino ha sabido reinventarse, construyendo una carrera lejos de los escándalos y enfocada en el lujo y la exclusividad.