Benjamín Vicuña mantiene una relación muy especial con sus hijos, pese a que se separó de sus respectivas madres. El contacto es permanente con Bautista, Benicio y Beltrán (los que tuvo con Pampita) y Magnolia y Amancio, fruto de su relación con la China Suárez.
A través de sus redes sociales se puede percibir el trato, los momentos cada vez que no está filmado y tiene tiempo libre. Días atrás fue consultado por su costado paternal, mencionó: “Significa empatizar, significa postergarse, ponerse en el lugar del otro, comprender de qué se trata todo”.
“Es algo tan natural, tan obvio pero a la vez es una tarea tan noble y tan difícil. Yo lo digo siempre con mucha humildad, yo no paro de trabajar para intentar ser mejor papá”, replicó Benjamín en la charla con Criemos libre.
Consultado sobre si es el rol más difícil que le tocó en su vida, contestó: “Sí, sin dudas. Es así. Cada niño, cada hijo es un mundo y los padres hacemos lo posible por tratar de entender ese mundo con amor, con cariño, muchas veces con desesperación, con impotencia, pero es difícil”.
Días atrás, Vicuña había hablado del tema, pero enfocado en Bautista, el mayor, que ya ingresó a la adolescencia, con todo lo que eso significa. Su resumen fue: “Etapa crítica”. Y luego de explayó sobre la cuestión.