Graciela Alfano fue invitada al programa Todo Pasa, de Urbana Play, y en una charla llena de momentos espontáneos, la diva argentina habló sobre cómo cambió su vida tras superar un cáncer, su vida sexual y hasta confesó que alguna vez soñó con ser ingeniera en lugar de una figura pública. Sin embargo, el momento más inesperado llegó al final de la entrevista, cuando recibió una llamada de su pareja, el empresario uruguayo Carlos Bustin, y aprovechó para contar cómo nació su relación.
Al inicio de la entrevista, los conductores le preguntaron si estaba en pareja, a lo que Alfano respondió sin dar mayores detalles: "Estoy bien. Mientras estemos bien, estamos. Yo no proyecto nada, estoy en un momentismo. Me costó mucho llegar a esto, tuve que meditar, bajar a tierra. Hace rato que hago lo que se me da la gana".
A pesar de su respuesta medida, en redes sociales Alfano ha mostrado su felicidad junto al empresario, compartiendo románticas dedicatorias y fotos de viajes y paseos en yate. Pero fue durante la llamada inesperada de Bustin cuando la diva finalmente se animó a contar cómo se conocieron.
Según relató, estaba sola en Punta del Este, enfocada en su bienestar emocional y sin intenciones de iniciar una relación. "Yo estaba en otra, meditando, tranquila. Mis amigas insistían en que tenía que conocerlo. Decían: '¡Es un empresario, tenés que conocerlo!' Yo pensaba, ¿otro empresario? Esa figurita ya la tuve", comentó con su característico humor.
El destino quiso que el primer encuentro fuera en su cumpleaños, cuando sus amigas lo invitaron a la cena que organizaban. "Se fueron todas a hablar no sé dónde y, al salir del restaurante, él me dice: '¿Querés que te lleve?' Yo le dije que no, pero miré y ya no estaban mis amigas. Estaba sola con él y el auto. No me quedó otra", relató divertida.
Durante el trayecto, Bustin intentó invitarla a tomar algo, pero Alfano se negó. Tampoco aceptó su propuesta de ir a navegar. Finalmente, cuando él insistió preguntándole por sus planes del día siguiente, ella respondió: "Pasear al perro".
Con el tiempo, la insistencia de Bustin y su encanto lograron romper las barreras de Alfano. "Después pensé, 'le voy a dar una oportunidad'. Fuimos a navegar, unos besos, un vino rosado, y ahí empezamos. Pero sigo con mi momentismo".
Para cerrar, Alfano dejó claro que no tiene intenciones de proyectar a largo plazo: "¿Qué voy a proyectar? ¿Casarme, tener hijos, nietos? ¡Ya los tengo! Mientras estemos bien, estamos bien". Una filosofía que, según sus palabras, la mantiene feliz y en paz.