Laurita Fernández firmó contrato con Disney para ser la anfitriona junto con Diego Topa de Disney celebra: Una Navidad inolvidable, que se presentará del 12 al 15 de diciembre en el campo de deportes de Ciudad Universitaria. Sigue conduciendo el programa de Canal 9 Bienvenidos a ganar y, además, acaba de terminar con una exitosa temporada de teatro con el musical Legalmente rubia.
"¿Qué balance hacés de la temporada con Legalmente rubia?", le preguntó el periodista Nico Peralta y Laurita respondió: "Ay, ¡enorme! Me cuesta poner en palabras lo que significa Legalmente rubia para mí. Es un antes y un después, sin dudas. Carlos Rottemberg me mandó un audio hermoso el último día, en el que me decía: ´Es un escalón muy importante para vos en todos los aspectos´. A nivel profesional, siento que fue lo más desafiante que hice y fue la temporada que más aprendizajes me dejó".
Y siguió: "Todos los que fuimos parte salimos más fuertes, con más herramientas y más nutridos. Esta obra nos empoderó. El último día, el chat grupal con mis compañeros se llenó de mensajes y creo que cuando a todos nos cuesta tanto terminar algo es porque las cosas se hicieron bien, con mucho amor, compromiso y pasión".
-¿Tanto como un antes y un después para vos?
-Sí, sin dudas. Hace un año y medio estaba en Nuava York sacándome fotos con el script original, con la protagonista de Broadway y en un abrir y cerrar de ojos terminamos con la temporada en Buenos Aires. Fue súper intensa y ratifico las palabras que en su momento esta protagonista me dijo: “Fue lo más difícil que hice en mi vida”. Y coincido. Fue súper intenso, desafiante y lo viví como un reto cada noche. No había manera de hacer la función si no era al ciento por ciento concentrada y con el ciento por ciento de la energía. Eso se transmitía a la gente que venía a vernos. Fue maravilloso.
-No tenías descanso: cantabas, bailabas y actuabas casi sin parar.
-Sí, fueron casi dos horas de no parar y aprovechar y exprimir al máximo a un personaje que tiene todos los condimentos: mucho humor, baile, canto y pasa por todos los estados. Tiene una historia muy linda que contar y me hizo muy feliz hacerlo. Súper agradecida y me explota el corazón de alegría y agradecimiento por todos los que confiaron en mí y en nosotros para este proyecto. El público convirtió el teatro cada noche en una fiesta.
-¿Te da nostalgia soltar este tipo de proyectos?
-Soy bastante de entender que todo empieza y termina. Puntualmente, Legalmente rubia era un proyecto que esperábamos que fuera hasta mitad de año y se extendió. Entonces, todo lo que vino extra fue una yapa. Siento que es misión cumplida y es un proyecto que me llevo en el corazón. Si el día de mañana me preguntan si volvería a hacerlo, respondería que sí, sin dudas. Hay varios proyectos de los que hice que si se volviesen a realizar, estoy ahí para hacerlos. No soy de las que terminan y dicen: “Nunca más haría tal cosa”. Tampoco soy de las que se quedan colgadas en la palmera de un personaje o una historia. Ya arranqué con los ensayos de Disney y di vuelta la página. De repente, cambia el chip y la cabeza se enfoca en lo que viene.
-A Legalmente rubia fueron muchos artistas a verlos. ¿Cuál visita fue más especial para vos?
-Pasaron muchos artistas a vernos pero a mí la que me movió todo fue Cris Morena, que vino el mes pasado. Imaginate lo que significó para mí que esté Cris en la platea. Tuve la oportunidad de agradecerle en persona que ella fue mi faro porque iluminó un camino que era el que yo quería seguir para mi vida con sus programas y sus shows en el teatro. Gracias a ella me di cuenta de lo que quería hacer para mi vida.
-¿No la conocías en persona?
-No. Nunca había tenido la oportunidad de decírselo o agradecérselo en persona. Sabía que había ido a vernos en Matilda el musical pero teníamos tantas funciones diarias que no podíamos salir a saludar a nadie. Cuando vino a Legalmente rubia, al toque todos nos dimos cuenta de que estaba Cris Morena porque el Liceo es íntimo y se ve todo desde el escenario. A todos nos dio una cosita en la panza, como de nervios, y por lo bajo comentábamos que no podíamos creer tenerla en la platea. Ella es muy amorosa, nos dijo que le encantó y tuvo palabras hermosas para conmigo y el equipo. La foto con Cris es de las que más atesoro y voy a recordar porque la pude conocer y tuve el privilegio de que viera mi trabajo en esta obra que a mí me encanta.
-Mirá si a futuro terminás trabajando con ella.
-¡Me vuelvo loca! Sería otro sueño cumplido. Con que esté Cris en la platea para mí fue un sueño así que imaginate tener la oportunidad de hacer algo algún día con ella: ahí sí que me muero. Otra persona que vino a vernos y me encantó fue Elena Roger. De pronto, la vimos sentada en el centro de la platea, en la punta de la pasarela y la recontra veíamos. Elena es una gran referente y tener ahí a alguien que sabe tanto del rubro, también hace que te agarren esos nervios en la boca del estómago porque querés que salga todo bien. Fue una divina absoluta, le gustó muchísimo y fue muy generosa en su devolución. Obvio que también me saqué la foto porque no me la podía perder.