El miércoles fue un día para el olvido para Wanda Nara. Al mediodía fue a su casa del Country Santa Bárbara donde está instalado Mauro Icardi y terminaron protagonizando un encontronazo que se filtró a los medios y expuso detalles de lo que se transformó ya en una separación tortuosa.
En las redes, la gente liquidó a los dos por sus actitudes, por las acusaciones y por la difusión sin filtro de asuntos personales. Para colmo, Wanda había confirmado su presencia en el evento de "Personajes del año" de la Revista Gente y no podía faltar. El problema fue que al llegar, los cronistas estaban esperándola para sacarle algún tipo de declaración sobre todo lo que había ocurrido en la jornada, pero ella no tenía intenciones de hablar.
De la mano de su asistente, bajó del auto e intentó esquivar los micrófonos pero no lo logró. Los periodistas hacían preguntas mientras ella buscaba la manera de avanzar y de repente, la presión ganó y terminó llorando.
Al principio, Wanda dejó escapar algunas lágrimas que intentó disimular bajando la cabeza pero luego, no pudo contenerse más.
La situación también fue cuestionada por la gente que en redes sociales, se preguntó por qué no se guarda por un tiempo en lugar de 'armar un circo' de sus dramas. Preguntas que surgen y que por ahora, no tienen respuesta.