Daniel “La Tota” Santillán, falleció el 23 de septiembre de 2024, a los 52 años. Fue encontrado muerto en su hogar, con quemaduras en más del 90% de su cuerpo. La autopsia determinó que la causa de la muerte fue un síndrome asfíctico, y no se hallaron signos de defensa. En el medio de esto, cuestiones legales que empiezan a salir a la luz. El tire y afloje por los bienes.
Si bien su pasar económico no era el mejor, dejó un departamento que ahora reclama su expareja, Sol Fiasche. Según contaron en A la tarde, se generó una guerra familiar por esa propiedad valuada en 500 mil dólares. Si bien ella es madre de Camila y Mía, las dos hijas menores de edad que tuvo con la Tota, hay otros herederos que no se quieren quedar afuera.
El periodista Diego Esteves contó que ella abrió la sucesión en representación de las nenas, que son menores de edad. "Pero del otro lado están los dos otros hijos mayores", dijo y agregó: "¿Qué declara Fiasche? Un departamento en la Capital Federal, valuado en cerca de 500 mil dólares. Hay un dato no menor con ese departamento, y es que era un departamento en común con Fiasche, que iban a vender cuando se separaron, y entre una cosa y otra, con los problemas de salud de la Tota Santillán, no se vendió el departamento".
"Fallece la Tota en septiembre pasado y ahora se encuentra con este problemas. Sol Fiache vive ahí con sus hijas menores y es el único bien que hay de ese dinero, está ocupado por ellas y los mayores también quieren que se vendan. Hay derechos como herederos", informó Esteves.
El dilema no terminó ahí, sino que fue por más: "Hay otro problema, y es el convenio que firmó la Tota Santillán, con Sol Fiasche, y es la propia Tota que reconoce que 70 mil dólares para comprar ese departamento los puso su exsuegro. El papá de Sol Fiasche. Además de la mitad del departamento, reclama los 70 mil dólares eso, que los hijos de la Tota desconocen".