Peluquero estrella de las famosas, Kennys Palacios (34) vive un excelente presente profesional: además de peinar a celebrities como Zaira y Wanda Nara, Charlotte Caniggia y Karina Jelinek, Kennys se convirtió en un personaje atractivo para las cámaras. El año pasado participó del Bailando por un sueño y este año desembarcó en Telefe, donde tiene a cargo el backstage de Bake off Famosos y todas las noches reacciona en vivo al reality de pastelería que conduce Wanda por streams del canal de las pelotas.
En lo personal, está en pareja con Roy hace más de una década y todo marcha sobre rieles. Pero Palacios no viene de pasarla bien: en su juventud sufrió un bullying atroz y por primera vez lo contó públicamente. "¿Sufriste bullying de chico?", quiso saber el periodista Nico Peralta y Kennys contestó: "Sí, en la secundaria sí, por la sexualidad. Eso igual me hizo un poco más fuerte para hoy en día leer los comentarios malos y que no me afecten. En ese momento sí me dolía y me afectaba el bullying porque no estaba preparado para que me bardeen ni para enfrentar las tiradas de botellas o las bolas de papel".
Y completó: "Llegó un momento en el que no quería ir a la escuela, entonces me sentaba en la estación de Tigre y esperaba que se pasara la hora del colegio para volver a mi casa".
-¿Faltabas al colegio?
-Claro, no iba. Salía de mi casa diciendo que iba a la escuela pero me quedaba en la estación de Tigre, que es toda tapada, y me quedaba esperando que se hicieran las 12 del mediodía para volver a casa. Re triste. La pasé mal en la secundaria.
-¿Cuándo se enteró tu mamá de eso?
-Al tiempo porque me puse a caminar un día por la calle y me encontró mi tío, que justo pasaba por ahí. Me preguntó qué hacía, me llevó a mi casa y ahí comenzó la charla. Quedé libre en la escuela y por suerte me dieron la oportunidad de seguir. Lo bueno dentro de todo fue que pude hablar con mi familia y contarle lo que me estaba pasando. Yo no era de hablar mis cosas y lloraba a solas cuando tenía un problema. Aparte jamás tuve que decirle: “Hola, mamá, soy gay”.
-¿No tuviste esa charla con tus viejos?
-No, nunca. Por suerte, nunca fue un tema. Ellos siempre lo tomaron como algo natural. El día que tuve que presentar a mi novio en casa, recuerdo que mi hermana comentó: “Papá vos escuchá, mirá y callate”. Entonces, papá vino a casa, lo conoció, almorzamos y no preguntó nada. Estuvo todo perfecto. Eso fue hace diez años: tenía 24 años. En definitiva, los padres saben cómo son sus hijos pero en mi caso nunca tuve la necesidad de sentarlos y decirles: “Soy esto o me gusta esto”.
-¿Tu papá murió?
-Mi papá, Leoncio, falleció en la pandemia, víctima del covid. Fue en julio de 2020 y fue un momento difícil para todo el mundo. No me pude despedir y eso fue tremendo. Mi hermana lo llevó al hospital, lo entregó en la puerta y desde esa noche nunca más lo vimos. No pude reconocer su cuerpo ni verlo y me quedó el duelo pendiente. Al día de hoy con mi hermana lo sufrimos y nos lastima.
-¿A qué se dedicaba?
-En el último tiempo estaba desempleado pero antes trabajaba como médico. Mi mamá vive y siempre fue ama de casa. Ahora está desempleada. Soy de Tigre, nacido y criado ahí. Tengo dos hermanos: Cinthia y Benjamín, que acaba de terminar el colegio. Mi hermana tiene su familia, me dio cuatro sobrinos hermosos y mi hermano está estudiando y con ganas de incursionar en el fútbol.