Maru Botana, una de las figuras más queridas del mundo gastronómico argentino, no solo destaca por su talento en la cocina, sino también por su rol como madre de una numerosa familia. Junto a su marido, Bernardo Solá, la chef ha formado un hogar lleno de amor, resiliencia y aprendizaje, afrontando tanto alegrías como profundas tristezas, como la pérdida de su hijo Facundo en 2008.
Hoy, con siete hijos que han tomado caminos diferentes, Maru Botana refleja orgullo y gratitud hacia la vida, destacando el valor de la familia y los desafíos de ser una madre que equilibra trabajo, proyectos personales y la crianza de una gran manada.
Agustín, el primogénito que triunfa en Europa
Agustín, de 25 años, fue el primero en abrirse camino lejos del hogar. Después de estudiar Administración y Sistemas en el ITBA, decidió quedarse en Francia tras un intercambio cultural. En el viejo continente, aplica sus conocimientos y vive junto a su novia, Isabel Bunge. Maru lo visita cada vez que puede, y en sus redes sociales comparte fotos de los reencuentros con su hijo mayor, siempre mostrando el orgullo que siente por él.
Lucía, el espíritu aventurero que encontró su lugar en Hawái
A sus 23 años, Lucía dejó atrás sus estudios de Diseño Gráfico en la UBA para mudarse a Hawái, Estados Unidos, donde trabaja como empleada doméstica, ganando 40 dólares por hora. Su espíritu independiente y su carácter fuerte reflejan el valor que Maru siempre destaca en sus hijos.
Matías, el protector reservado
Con 20 años recién cumplidos, Matías es conocido por ser reservado y muy cercano a sus hermanas menores. Aunque mantiene un perfil bajo, su mamá lo describe como un hermano cariñoso y protector.
Sofía, la extrovertida que brilla en las redes sociales
Sofía, de 19 años, disfruta de la fama que acompaña a su familia. Aunque intentó seguir los pasos de su mamá en la cocina, descubrió que su verdadera pasión está en las redes sociales y el modelaje. Para ella, tener siete hermanos “es lo mejor”, ya que siempre hay alguien con quien compartir momentos.
Santiago y Juan Ignacio, los adolescentes del grupo
Santiago, de 17 años, y Juan Ignacio, de 14, cursan el secundario en el colegio Cardenal Newman. Ambos comparten una relación cercana con su mamá y disfrutan de los momentos especiales en familia.
Inés, la más pequeña y heredera del amor por la cocina
Inés, de 12 años, es la más joven de la familia, pero ya muestra un enorme interés por la gastronomía. Además de preparar sus propios platos, ayuda a su mamá en los locales y, en ocasiones, incluso sirve a los clientes.
"Es bastante difícil cuando tenés siete hijos", confesó Maru en una entrevista. “Trato de organizarme, pero es complicado mantener mi trabajo, la familia, los proyectos y los sueños”. Aunque asegura no ser una “mamá típica”, resalta la importancia de inculcar buenos modales: "Podés ser súper inteligente, pero si sos maleducado, no sirve de nada".